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Reportaje:Signos

La herencia de un emperador del cante

Luis y Ramón Soler comentan el arte de Antonio Mairena en un minucioso estudio

Antonio Cruz García, más conocido como Antonio Mairena por tomar el nombre de la villa donde nació en 1909, Mairena del Alcor (Sevilla), marca un antes y un después en la insondable historia del flamenco. Desde los palos más remotos a las variantes más fiesteras de la bulería, recorrió todo el árbol genealógico del cante flamenco con un extraordinario talento. Su figura es venerada tanto por los amantes de la ortodoxia jonda como por aquellos que recién se adentran en los predios del arte bajoandaluz.

Y aunque Antonio Mairena ha hecho correr ríos de tinta desde su muerte en 1983, fue una gran estrella en vida y sigue constituyendo un legado ineludible. Así lo demuestra el recién aparecido estudio Los cantes de Antonio Mairena. Comentario a su obra discográfica, que fue presentado el pasado jueves en la Fundación Municipal de Cultura de Algeciras. Sus autores son los investigadores Luis Soler Guevara y Ramón Soler Díaz, tío y sobrino, respectivamente, y en los créditos figura como prologuista Juan Manuel Suárez Japón.

La idea de Los cantes de Antonio Mairena había venido madurándose desde muchos años atrás. Sabiendo de antemano las dificultades que entraña investigar en el mundo del flamenco, Luis y Ramón Soler se pusieron manos a la obra: "Queríamos ir más allá del mundo artístico de Mairena: analizar su mensaje, los contenidos de sus letras, los aspectos musicales, los discípulos que ha dejado, las mil y una anécdotas que protagonizó. Preguntarnos cómo hizo aquella antología del año 1959, cuando nadie apostaba por el cante jondo, y cómo demostró que las modas no son lo único que produce rentabilidad", explica Luis Soler.

Para acometer esta ingente tarea, los dos investigadores comenzaron a bucear en un mar de datos. Además de trasegar la vasta discografía del cantaor, registraron más de un centenar de festivales en directo y reuniones íntimas, que revelaron 800 letras no recogidas en disco. Asimismo, recopilaron más de 500 artículos de prensa, algunos de ellos firmados por el propio Mairena. "Esto revela que Antonio era ya preocupación de los medios de comunicación en vida", dice Luis Soler. "Sus cualidades le hacen único, no se dan en ningún otro. En la época de El Gloria, Pastora, Manuel Torre, Tomás y tantos otros, Mairena dignificó el mundo del flamenco y le dio su sitio al artista", añade el estudioso.

A pesar de la minuciosidad de su trabajo, ninguno de los dos cree que se trate de una obra definitiva. "Ningún libro lo es, sólo pretendemos que sea un paso adelante. Nuestra esperanza es que sirva, con todos los datos y apéndices que aportamos, para futuras investigaciones. Que este libro lleve dentro muchos libros futuros", dice Ramón Soler, quien agrega: "Aún queda mucho por decir de Antonio Mairena. Hay mucho material inédito que puede ofrecer una dimensión más amplia y ajustada a la realidad".

Cabe preguntarse qué supone para dos enamorados del cante de Antonio Mairena el hecho de que esta figura sea casi desconocida aún para el gran público, acaso más atraído por los brillos del flamenco de moda. Ramón Soler resta importancia a esta circunstancia, pues "el mismo Juan Sebastián Bach era bastante desconocido en el siglo XVIII y fue recuperado posteriormente". "Es cierto que Mairena tenía más popularidad antes que ahora, pero sin duda sigue estando muy presente en la mente de los cantaores. Es uno de los ríos principales del flamenco, sobre eso no cabe discusión, y quien quiera aprender a cantar ya sabe 1ue tiene que beber de él", asevera.

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