Regreso a hace más de 4.000 años
Alfareros almerienses aprenden a fabricar cerámica prehistórica en un curso organizado por el Patronato de Turismo
Alfareros y ceramistas de Almería aprenden a hacer cerámica prehistórica tal y como se fabricaba hace miles de años y lo hacen a través de un curso organizado por el Patronato de Turismo de la Diputación Provincial de Almería, con la colaboración del equipo Alter Idea. Han elegido para ello el yacimiento arqueológico de Los Millares, en Santa Fe de Mondújar, lugar donde los habitantes de la provincia dejaron parte de su legado. El curso, denominado Formación de Alfareros y Ceramistas de Almería. Cerámica Prehistórica y de Los Millares, está dirigido a profesionales alfareros y ceramistas, para que a través de talleres aprendan a reproducir lo más fielmente posible todas las vasijas y piezas características de la prehistoria almeriense.
El ceramista Manuel Salas, responsable del Museo de Reproducciones Arqueológicas de Benahadux, muestra a sus aventajados alumnos todo el proceso de un trabajo que es totalmente manual, desde la preparación del barro hasta que queda totalmente lista la pieza. Así, Salas explica que, tras preparar el barro con rubial (tierra rojiza y arcillosa de los bancales de Almería), "se decanta, quitando las impurezas y se mezcla con desengrasante, para lo que utilizamos pizarra y cuarzo". "A partir de ahí se levantan las piezas" para, una vez hechas, echarlas a una hoguera abierta para precalentarlas y finalmente verter sobre las piezas las ascuas. Estamos unos 2.000 años antes de que se utilizara por primera vez el torno para moldear la arcilla.
Platos, cuencos, tulipas argáricas y vasos campariformes son algunos de los trabajos que los alfareros han tenido que hacer con sus propias manos y sin utilizar utensilio alguno en ninguna parte del proceso. Es así como, según Salas, se trabajaba en la prehistoria y eso es lo que están aprendiendo los participantes en este curso, la mayoría alfareros de Vera, Albox, Alhabia, Benahadux, Almería o Níjar, y alumnos de la Escuela de Artes de Almería, acercándose a la cerámica del Neolítico, la Edad del Bronce y la Edad del Cobre.
Salas se encargó personalmente antes del inicio del curso de recoger la arcilla suficiente como para que todos sus alumnos pudieran poner en práctica sus enseñanzas, y es que lleva 30 años haciéndolo para reproducir cerámicas de todos y cada uno de los periodos de la prehistoria. Aunque es carpintero de profesión, a sus 45 años es un entusiasta de la alfarería, y de hecho muchas de las piezas del museo de Benahadux proceden de sus trabajos.
Reconoce que ni el material ni los colores que se consiguen actualmente son los mismos que hace más de 4.000 años, "ni siquiera el desgrasante". "En la época tardorromana las piezas eran perfectas, de paredes finas y, por determinados acontecimientos, se retrocedió en el tiempo". Relata que "en la época arábiga, se usaba el negro". "Las piezas tenían mucho brillo, se utilizaba una piedra para frotarlas hasta lograrlo. Luego se tintaban con la misma cocción", comenta.
Pero, según él, todo eso se ha perdido y apenas queda algún rastro de esa cerámica en el municipio de Níjar. Dice Salas que "en la prehistoria tenían decoraciones complejísimas y usaban técnicas muy dificultosas".
Una vez que el trabajo está hecho, llega el momento de comparar las piezas con las originales, las de los antepasados. Y es cuando "uno se da cuenta de que son piezas idénticas, que sólo se diferencian por el desgaste obligado que da a las prehistóricas haber sobrevivido más de 4.000 años", concluye.
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