Jesús resucita a Monasterio

A los dos años, el niño Jesús Reina hacía música en el aire con dos perchas. El juego se convirtió en profesión y el talento en evidente, y hoy, este malagueño de 17 años, es una de las promesas internacionales del violín. Su última aventura es la recuperación como solista de la obra orquestal del compositor cántabro Jesús de Monasterio (Potes, 1836-Casar de Periedo, 1903), olvidada en su mayor parte desde hace un siglo.

Reina leía partituras y tocaba el violín por verdiales con su abuelo a los cinco años. Desde entonces, ha sido el alumno más joven de las escuelas por las que ha pasado, entre ellas, la de Yehudi Menuhin, en Londres, donde entró con ocho años. Con 14, se puso bajo la autoridad de Pinchas Zukerman, uno de los mejores violinistas vivos, "y un tío magnífico", añade Jesús, en la Escuela de Música de Manhattan (Nueva York). A esta edad, Reina aprendió los 24 Caprichos de Paganini en sólo un mes, algo "prodigioso", según los expertos.

Jesús ha estado acompañado por sus padres, Ani y Jesús, que tuvieron que vender casa y coche para seguirle, hasta el pasado agosto. Es un chaval que flipa con el hip-hop -"Eminem es uno de mis ídolos"- y enloquece con Camarón. Sólo le falta su familia y "el arroz de la abuela".

Zukerman considera que Reina será "uno de los dos o tres mejores violinistas de los próximos años". Por eso, un marchante alemán prestó a Jesús dos de sus violines Stradivarius -el "Firebird" (Pájaro de fuego) y el "Walter Hammer"- para la grabación del disco de Monasterio en marzo y mayo de este año. La Fundación Málaga, dirigida por el alcalde Francisco de la Torre, trabaja para que Jesús posea uno de ellos.

Zukerman fue alumno de Pau Casals, y éste pupilo de Monasterio. Así, Reina cierra el bucle del olvido. "Es increíble que no se conozca su música", dice el chico tras grabar el disco dirigido por Juan de Udaeta, a iniciativa de la Agrupación Lebaniega.

Se puede descubrir a los dos jesuses en la dirección: agrupacionlebaniega@yahoo.es