La Audiencia apunta que el jefe de la mina dejó robar explosivos

La Audiencia Nacional ha confirmado la prisión provisional incondicional de tres de los mineros inculpados en el sumario del 11-M y del marroquí Otman el Gnaoui, para evitar que sus excarcelaciones puedan entorpecer la instrucción o les permitan darse a la fuga. Los tres mineros están supuestamente relacionados con la trama que vendió explosivos a los terroristas, mientras que Otman el Gnaoui confesó haber estado en la casa de Chinchón donde se prepararon las bombas y facilitó sus documentos de identidad para que los falsificaran.

En el caso de Emilio Llano Álvarez, encargado de la mina Conchita, de la que se robaron los explosivos, la Audiencia apunta a que pudo existir un consentimiento para permitir la sustracción. La situación de falta de control sobre las cantidades de explosivos que se consumían y sobre la custodia de los minipolvorines, mantenida durante mucho tiempo, "permitió" a Trashorras, "conocedor de la misma, así como a determinados empleados de la mina, conseguir la sustancia explosiva interesada por Jamal Ahmidan". La Audiencia confirma también la prisión de Raúl González Peláez, quien, según la declaración del también minero Iván Granados, suministró explosivos a Trashorras. Granados está acusado de haber acompañado a Suárez a la recogida de explosivos.