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Unas 2.500 personas festejan en la plaza de Sant Jaume el éxito del patinaje catalán

El presidente Pasqual Maragall insta a los jugadores de hockey a que ganen el Mundial A

Escenario habitual de los éxitos del Barça, y también de la Copa del Rey conseguida por el Espanyol en 2000, la plaza de Sant Jaume fue ayer el escenario en el que alrededor de 2.500 personas celebraron la victoria conseguida por la selección catalana de hockey patines en el Mundial B de Macao. En plena euforia, Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat, instó a los jugadores a repetir el éxito en el Mundial absoluto de 2005 si, dentro de un mes, el 26 de noviembre, la Federaión Catalana consigue, en Fresno (Estados Unidos), su definitivo reconocimiento internacional.

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Tradicionalmente, Cataluña siempre ha rendido culto al hockey sobre patines. "Este deporte se inventó prácticamente en Cataluña y, si somos capaces de inventar un deporte, de hacerlo internacional y de que todo el mundo lo vea, también nos merecemos que nos puedan decir que nuestra selección es la mejor", proclamó Maragall en su parlamento ante los jugadores catalanes de la selección de hockey sobre patines.

La plaza de Sant Jaume se convirtió en una gran fiesta deportiva. La familia del hockey sobre patines catalán salió del anonimato y acudió en masa a festejar el título mundial de Macao (China) con sus protagonistas. Allá estaban representados todos los clubes de las distintas comarcas. Desde Flix a Maçanet, pasando por Igualada, Vic, Voltregà y Blanes. Precisamente, los clubes que aportaron la mayoría de los jugadores de la selección campeona.

A imagen de los vencedores de los grandes títulos, los jugadores de la selección catalana disfrutaron de un pasillo de honor, formado por jóvenes con sus sticks en alto, para entrar en el Palau de la Generalitat desde un bus turístico de Barcelona. Al grito unánime de Som una nació y con centenares de senyeres desplegadas -una enorme bandera catalana colgada en una de las fachadas de un edificio de la plaza recibió a la selección-, los protagonistas entraron en el Palau de la Generalitat, emocionados y agradecidos por el cariño de la gente.

A todos se les notaba inquietos y con ganas de salir al balcón de la Generalitat, para expresar todos sus sentimientos y emociones. Tras el acto institucional, llegó el momento del desenfreno. Y fue Iván Tibau, el capitán de la selección, quien lanzó el grito de salida, ya conocido por la parroquia catalanista. "Ya la tenemos aquí", exclamó levantado la Copa ganada en Macao, recordando al presidente Tarradellas y a Pep Guardiola, el jugador del Barça, cuando levantó la Copa de Europa en 1992. "Ésta es la primera de muchas que vendrán detrás. Hemos puesto la primera piedra para que otras selecciones catalanas consigan lo que nosotros. Nos falta el peldaño de Fresno, pero pasaremos el corte. Seguro. Estad Tranquilos".

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El más osado fue Rodri, el jugador de Maçanet, que, tras un titubeo de 10 minutos, se atrevió a imitar al presidente Maragall, con mucho acierto. "Hablo en el nombre del presidente. Sóis cojonudos". Y Casalí, recogió la expresión que Joan Laporta, presidente del Barça presente en el acto, hizo famosa en un documental, Barcelona Confidencial. "Que n' aprenguin".

Media hora duraron las alocuciones desde el balcón, grabadas por los propios progagonistas con sus cámaras de vídeo. El acto acabó con el canto de Els Segadors.

Al acto también asistió el conseller en cap, Josep Bargalló, el secretario general de Deportes, Rafel Niubó, y David Moner, el presidente de la Unió de Federacions Esportives Catalanes, que acoge a las 57 federaciones radicadas en Cataluña.

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