Tamudo levanta al Espanyol
El equipo de Lotina frena al Levante, que sumaba tres triunfos seguidos en su campo y aspiraba a meterse entre los tres primeros
El fútbol puede convertirse en un espectáculo tedioso, en un tostón de tomo y lomo. Esto ocurre a menudo, sobre todo cuando en el campo falta talento y chispa. Hay jugadores en Primera División que se ganan la vida de maravilla sin saber hacer un control, un pase en condiciones. De éstos hubo unos cuantos ayer en el Ciudad de Valencia. Gente que se dedica a destruir, que no tiene otra misión que estorbar, de cualquier manera, al rival. Menos mal que en todos los equipos, por modestos que sean, suele haber unas dosis de ingenio. El Espanyol, por ejemplo, tiene a Tamudo, que se bastó para reventar la defensa del Levante. Lo hizo con su constante movilidad, su brío y regate. En medio del soporífero sesgo que tomó el encuentro, ya en la segunda parte, el pequeño delantero catalán desarboló a la zaga local con un sinfín de quiebros. La pelota acabó en los pies de Serrano, quien batió a Mora con un certero chut.
LEVANTE 0 - ESPANYOL 2
Levante: Mora; Pinillos, Jesule, Culebras, Harte; Ettien (Jofre, m. 76), Rivera, Celestini, Nacho; Manchev (Cuéllar, m. 87) y Sergio García (Congo, m. 65).
Espanyol: Kameni; Ibarra, Lopo, Pochettino, David García; Óscar Serrano, Ito (Soldevilla, m. 89), Fredson (Morales, m. 81), Alex; Dani (Maxi, m. 72) y Tamudo.
Goles: 0-1. M. 51. Óscar Serrano. 0-2. M. 71. Lopo.
Arbitro: Daudén Ibáñez. Amonestó a Jesule, Harte y Congo, Ito, Pochettino y Dani.
18.142 espectadores en el Ciudad de Valencia.
Hasta ese momento tuvo más valor, o por lo menos encanto, la apuesta del Levante, que dispone de suficientes jugadores de toque (Rivera, Nacho, Sergio García); que tiene el mérito de ir a por los partidos con un planteamiento plausible. Quizá esté en las antípodas del Espanyol, que fía su suerte a los destellos de Tamudo. El caso es que el grupo de Lotina se salió ayer con la suya y frenó la progresión del Levante, que sumaba tres victorias consecutivas en casa.
No tuvo el Levante su día. Sus mejores bazas estuvieron apagadas. Fueron los casos de los extremos, Ettien y Nacho. Por lo visto, Lotina había estudiado a fondo al conjunto de Schuster. Así que en cuanto la pelota llegaba a las bandas, el Espanyol tejía una red para tapar todas las vías de salida a los extremos locales, que se ofuscaron en medio del tono grisaceo que tuvo el choque. A falta de 20 minutos, con el Levante espeso, Lopo sentenció un partido que insufló aire al Espanyol después de dos derrotas seguidas.
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