Barcelona entra de lleno

"Las prerregatas mantienen despierta la capacidad técnica y deportiva de los equipos", considera Luis Sáenz Mariscal, asesor jurídico del Luna Rossa. Pero los llamados Actos II y III de la Copa Louis Vuitton, antesala de la Copa del América, se han disputado sin la presencia de ningún barco español, un contratiempo para la organización, consciente de que la participación de un equipo nacional dispararía la repercusión de la prueba. Casi un año después de que ACM designara Valencia como sede de la edición de 2007, el proyecto español es una incógnita. Se sabe que se llama El Reto, que sus promotores son un grupo de regatistas de élite, que el principal patrocinador es la empresa Iberdrola, que hay otros copatrocinadores, como la entidad bancaria Caja Madrid, y que la principal sede del equipo estará en Barcelona. O sea, que la sociedad desafiante será el Club Náutico de Barcelona, presidido por el empresario Enrique Puig. Esto significa que si el equipo español ganara la prueba, la Copa del América de 2011 sería organizada por el náutico catalán. Barcelona, descartada por ACM en la carrera por acoger la edición de 2007, nunca se ha resignado a quedarse al margen de la legendaria regata. Por eso ha pujado muy fuerte para convertirse en la sede del equipo español, imponiéndose incluso a Valencia. "Nosotros", asegura Manuel Casanova, presidente del náutico valenciano, "sólo compartiremos sede si la edición de 2011 es también en Valencia. Es nuestra condición".

Los impulsores de El Reto quieren inscribirse antes de final de año. Para ello, deberán presentar un aval de un millón de euros y pagar 50.000 a la comisión de desafiantes y 20.375 euros a la America's Cup Properties Incorporated, que protege la marca Copa del América.