Inmigrantes
Llegan hacinados, hambrientos, con la piel helada por la no
che, con el corazón helado por el miedo. Vienen de donde la arena, de donde el fuego, de donde el árbol, de donde el río. Dicen que antes nosotros fuimos también emigrantes, pero no es igual. Ellos son del reino del hambre verdadera, de la miseria hecha atracción para el turismo, del último y desvencijado tren de la historia. Y vienen al paraíso, eso creen, pero sólo atisban los rescoldos del infierno. No es lo mismo. Ellos acarrean la negrura del desamparo de siglos. Ellos pierden incluso antes de llegar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.