A hombros de gigantes
La apuesta del Sevilla por futbolistas de cuerpo y potencia fructifica en el plano deportivo
Joaquín Caparrós aportó un concepto de equipo que sirvió para sacar al Sevilla de Segunda en 2001 y llevarlo a competir en la Copa de la UEFA en 2004. El Sevilla, que hoy se enfrenta al Atlético (19.00, PPV), sin un duro en caja, apostó por conformar un equipo muscular, al que está añadiendo la creatividad con cuidado de no romper el equilibrio ni la naturaleza primitiva -en el sentido de primero, de original-. Ahora dispone de un equipo que puede superar el 1,80 de media, especialmente en la línea que va del ariete al central, en donde la media puede llegar al 1,84, y eso con David Castedo, uno de los jugadores de menor altura de la competición (1,65 de estatura) en sus filas. En un frase llena de interpretaciones, Isaac Newton resumió su aportación a la concepción del mundo en haber tenido la posibilidad de haber estado "a hombros de gigantes". Lo que para la física teórica y Newton serían sabios, para el fútbol y el Sevilla son atletas como Baptista, Javi Navarro, Martí o incluso Alves.
Un puñado de jugadores supera el 1,80, sobre todo en la línea que va del ariete al central
Caparrós es lo más alejado que puede haber de un personaje mediático. No sonríe a la cámara y no le quita ni un minuto a su actividad profesional para publicitarla. Un hombre cuyo credo es sencillo; cuanto más alto, más fuerte o más rápido, mejor. Si luego hay fantasía individual, para relamerse. "En el fútbol, actual hay buenísimos jugadores en las bandas. Tarde o temprano acabarán escapándose del marcador y centrando al medio, por eso en esa zona [del delantero centro al cierre] no hay que estar bien, hay que dominar". La contundencia de las palabras de Caparrós se refleja en su predilección al hora de fichar. "El fútbol es cuestión de equilibrio. En todos mis equipos la línea transversal ha sido fuerte. Eso no impide darle salida a jugadores livianos en las bandas, pero en esa línea [la transversal, la que conduce a las porterías] hay que mandar".
Y es que ser grande ya no significa necesariamente ser torpe. "Ahora podemos encontrar jugadores altos con una agilidad extraordinaria y de gran envergadura. En el deporte profesional ésa es una ventaja siempre", explica el preparador físico sevillista, Ramón Orellana, uno de los actores fundamentales del actual éxito edl equipo. "No hay más que ver cómo se movían los jugadores altos en el baloncesto hace unos años y cómo lo hace ahora Gasol". Orellana es el responsable de que los músculos que pide Caparrós estén listos para lo que les pide Caparrós. "Desde hace cinco años venimos trabajando el aspecto físico del equipo", asegura. El caso es que el Sevilla dispone ahora de Makukula (1,93), Aranda (1,86), Aitor Ocio (1,83), el canterano Pablo (1,86), o Alfaro (1,85). Pero no es sólo fachada, la apuesta por lo físico ha llevado a Sevilla al coloso Baptista (1,83), que marcó 20 goles la pasada temporada, la mayoría por anatomía, o a Martí (1,80), que no sólo tienen una planta digna, sino que cuentan con una resistencia y velocidad excelentes, su suma al equilibrio particular de Caparrós.
Puesto a cuidar el aspecto físico, el Sevilla contrató para esta temporada a un endocrino, que no ha puesto pegas a la nutrición de algunos, la de Baptista, por ejemplo, pero sí a la de otros, como es el caso de Esteban, que ha adelgazado siete kilos.
"No es que trabajemos más que los otros, pero sí que aprovechamos cada segundo de entrenamiento", subraya Orellana. A pesar de estar basado en el músculo, el Sevilla es uno de los equipos que menos lesiones graves ha padecido en su plantilla. En el Sevilla el concepto de trabajo es fundamental. "El futbolista tiene que venir a entrenar con la intención de mejorar cada día, si se limita a fichar no nos vale", aclara Caparrós.
Y es que el aspecto físico y trabajador del fútbol no puede ser eludido, el juego se originó en él y la sofisticación surgió como evolución. El Sevilla ha encontrado, su sitio en esta faceta, pero no es lo único. Diego Capel, liviano y de 16 años, está convocado para hoy y puede coincidir con el aniñado de cuerpo Navas. Músculo en la transmisión y descaro en las bandas. Primitiva (por origen), sabia, o ambas cosas, es la receta del éxito del Sevilla.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.