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Maragall altera su viaje asiático y también arropará a la selección catalana de hockey

El presidente elogia la política exterior de Pujol y hoy le recibe el príncipe heredero de Japón

Francesc Valls

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, alterará su viaje asiático para arropar el sábado a la selección catalana de hockey sobre patines, que previsiblemente disputará la final del Mundial B de Macao. Maragall, que hoy será recibido por Naruhito, príncipe heredero nipón, desactiva así la bomba de relojería colocada por el líder de la oposición, Artur Mas, que anteayer, de forma inesperada y en secreto, dejó la comitiva de la Generaliat para viajar a Macao.

Quizá en la ex colonia portuguesa de Macao nunca habrá tal concentración de catalanes como este fin de semana, aunque hasta ahora las gradas han estado casi vacías. Además de la selección catalana, el líder republicano, Josep Lluís Carod, ha anunciado su asistencia y coincidirá con el presidente de la Generalitat. No así Mas, quien acudió ayer y el sábado estará en Barcelona por una reunión del consejo nacional de CDC.

"Si Mas se hubiera esperado un par de días, habríamos ido juntos", sentenció ayer un Maragall exultante por haber logrado su pasaje a la antigua colonia portuguesa y haber vencido a su más directo rival político. "Al final se ve que el partido le ha tirado de la manga y por eso ha vuelto", sentenció el presidente de la Generalitat. Maragall recordaba, probablemente, el año 1986, cuando, siendo él alcalde de Barcelona, Ramon Trias Fargas, jefe de filas de CiU, fue obligado a regresar a Barcelona por Jordi Pujol.

España plural

Ante un risueño consejero Antoni Castells, su brazo derecho económico en este viaje, Maragall compareció en la Embajada española ante los periodistas. El marco era inmejorable para el presidente de la Generalitat: la bandera catalana colgaba en la embajada -junto a la española y a la japonesa- y en la recepción se sirvió un vino catalán que en el cuello de la botella lucía un toro de lidia anudado en una cinta con las cuatro barras. La España plural de Maragall parecía haber contagiado a la embajada, a cuyo frente está Francisco Javier Conde de Saro, hasta en el terreno cultural, pues en la recién inaugurada sede se exhibían excelentes pinturas contemporáneas.

"La labor desarrollada por el presidente Pujol ha sido fundamental para establecer este feeling entre Cataluña y Japón, y es también la causa de la audiencia del heredero de la corona japonesa y del buen rollo existente. Si tan mal lo hubiera hecho, ahora lo lamentaríamos", sentenció el presidente de la Generalitat, quien agregó: "Sería estúpido negar el valor capital de las relaciones establecidas por Jordi Pujol con Japón".Agradecido con su antecesor e irónico con el jefe de la oposición. Esa fue la postura que ayer adoptó un Maragall crecido como presidente y dispuesto a rescatar y a marcar distancias con todos los demás líderes catalanes.

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El jefe de la oposición, Artur Mas, presenció ayer la aplastante victoria de Cataluña contra Taipei por 12 a 1. El dirigente nacionalista pidió que el asunto de las selecciones "no se politice" y celebró el "desembarco" de políticos catalanes en el Mundial, convencido de haber abierto el camino.

Mas aseguró que el pasaje entre Shanghai y Macao fue abonado por Convergència, pero su decisión de aprovechar su presencia en China para asistir al partido fue criticada con dureza por Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y el Partido Popular. Ambas formaciones consideraron que Mas ha hecho un uso partidista de los fondos públicos que se han destinado a su viaje a China como integrante de la delegación de la Generalitat.

El presidente del PP catalán, Josep Piqué, criticó también a Mas por ir a Macao "a escondidas". "Es bastante impresentable", afirmó en RAC 1. Los populares, en cambio, felicitaron al presidente de la Generalitat por prolongar su viaje asiático para asistir a la final del torneo de hockey, a la que, salvo una sorpresa mayúscula, llegará Cataluña.

Los socialistas también criticaron a Mas evocando su frustrada propuesta preelectoral de que Cataluña tratara de participar en competiciones internacionales bajo el paraguas de Andorra. "Si hubiéramos hecho caso a Mas, en Macao sólo habríamos visto partidos de la selección andorrana", ironizaron.

El secretario de Deportes del Gobierno del PSOE, Jaime Lissavetky, pidió un diálogo "sincero" entre las federaciones catalanas y españolas. Pese a recordar que la Constitución reserva a la selección española la participación en competiciones internacionales aseguró que se alegrará si Cataluña gana el Mundial B. La Generalitat prepara un fastuoso recibimiento para cuando la selección catalana regrese a Barcelona, previsiblemente con el título bajo el brazo.

El líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, viaja hoy a Macao para asistir a la final de mañana. "Se trata que desde la presidencia de un partido de Gobierno de Cataluña, en un momento histórico como éste, se vaya donde sea, al fin del mundo si es necesario, para apoyar el deporte catalán", proclamó.

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