Barreda quiere que las autonomías decidan sobre el uso del agua
El presidente de Castilla-La Mancha propone reformar el estatuto
El Gobierno de Castilla-La Mancha se propone acabar con la gestión centralizada del agua. Su presidente, José María Barreda, dio ayer un paso más en el objetivo de acabar con el trasvase Tajo-Segura. Quiere que las comunidades autónomas tengan un papel determinante a la hora de decidir el uso del agua que pasa por su región, y aprovechó el debate sobre el estado de la región para proponer la reforma del Estatuto.
Barreda pretende que Castilla-La Mancha se incorpore como miembro de pleno derecho a la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Seguro. Según el presidente castellano-manchego, la gestión de un bien como el agua no puede seguir estando centralizada, y las comunidades autónomas subordinadas a lo que decidan las confederaciones hidrográficas. Por eso, su apuesta pasa también por modificar "de arriba abajo" su estructura y que las comunidades autónomas tengan "un protagonismo decisivo y determinante" en las decisiones que adopten.
"Es inaceptable", dijo el presidente socialista, "que sobre las aguas que transcurren por Castilla-La Mancha, Castilla-La Mancha no tenga nada que decir".
Pero además del agua, y la finalización del trasvase, que se ha marcado como gran objetivo a conseguir por su Gobierno a pesar de las continuas negativas de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, Barreda también perfiló otras prioridades. Entre ellas, reducir la tasa de paro femenina incorporando medidas como el "cheque empleo", con ayudas durante seis meses a los empresarios que contraten por un año a una mujer, o convertir a Castilla-La Mancha en una región atractiva para invertir. Para ello, y además de aprovechar como escaparate la celebración el próximo año del IV centenario de la publicación del Quijote, propone un "plan estratégico de internacionalización de Castilla-La Mancha".
En materia de infraestructuras, Barreda garantizó el cumplimiento de los acuerdos con el Gobierno central, y anunció algunas "nuevas e importantes" infraestructuras, que no reveló.
En este punto, el PP criticó la falta de concreción de Barreda. "Ni un anuncio, ni una piedra puesta", según dijo la presidenta portavoz del Grupo Popular, Rosa Romero. En cuanto a la propuesta sobre la gestión del agua, Romero se limitó a pedir al Gobierno central que "exija" a la ministra de Medio Ambiente que recupere el Plan Hidrológico Nacional porque, dijo, la propuesta de Barreda no se sabe cuándo se va a poder materializar.
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