Nueva York, el cante y el baile flamencos se cruzan en 'Los cuatro elementos'
Carmen Cortés interpreta el fuego dirigida por una discípula de Martha Graham
Cuatro bailaores ponen sus cuerpos y su arte al servicio de los cuatro elementos. Carmen Cortés será el fuego; Alejandro Granados, la tierra; Carlos Rodríguez y Daniel Doña, el aire, y la joven Rocío Molina será el agua. Se trata del espectáculo Los cuatro elementos, basado en una idea de su productor, Miguel Marín, que quiere "crear una velada flamenca conceptual". La dirección escénica es de Jacqulyn Buglisi, discípula de Martha Graham, y del diseño de vestuario se ocupa Miguel Adrover, quien revolucionó las pasarelas de Nueva York con sus trabajos.
El aforismo del arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe "menos es más" inspira este montaje en el que se cruza el sentimiento neoyorquino de entender la danza con la explosión del flamenco más puro. "Se trata de encontrar un concepto unitario pero sin desvirtuar en ningún momento el flamenco", afirma Miguel Marín (Córdoba, 1967), productor y padre de la idea de Los cuatro elementos, que se estrena dentro del Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid el próximo jueves en el teatro Albéniz de Madrid y estará en cartel hasta el sábado.
Marín se ha curtido tanto en los palos del flamenco como en la sociedad y el circuito del show business de la Gran Manzana. Él se inventó y se convirtió en director artístico del Festival Flamenco USA -que tiene su epicentro desde hace cuatro años en el City Center de Manhattan-, elogiado por publicaciones como The New Yorker. Esa experiencia le ha llevado a empeñarse en juntar a cuatro bailaores sobre el escenario para que cada uno de ellos "saque lo mejor de sí mismo". "Nunca se había visto un espectáculo de flamenco con una unidad pero sin argumento. Quería mostrar sobre las tablas a cuatro artistas muy distintos entre sí, pero con un hilo conductor que no fuese argumental, no contar nada, pero contarlo todo a través de la fuerza del cante y del baile", afirma Marín. Y ahí es donde entra Van der Rohe. Less is more: Menos es más. "Quería un espectáculo sin estridencias, sutil y orgánico", afirma el productor. Después de ver el trabajo de Jacqulyn Buglisi como coreógrafa de la Compañía Buglisi / Foreman -quien también hace suyo el aforismo del arquitecto nacionalizado estadounidense- la contrató para darle unidad al montaje. También metió en nómina a Miguel Adrover (Calonge, 1965), un modista que revolucionó las pasarelas de Nueva York con algo tan sencillo, pero efectivo, como una modelo vistiendo una clásica gabardina Burberrys del revés. Adrover firma el diseño de vestuario. Y para envolverlo todo en una atmósfera adecuada cuenta con los servicios del escenógrafo y diseñador de iluminación Clifton Taylor.
El edificio Seagram en Park Avenue (Nueva York), obra de Van der Rohe, alberga el restaurante Four Seasons, cuyas paredes fueron decoradas por el pintor Mark Rothko. Precisamente, Clifton Taylor -que ha trabajado con compañías como el American Ballet Theatre- se ha inspirado en las pinturas de Rothko para crear las proyecciones que serán la única escenografía de Los cuatro elementos. "Es una obra muy simple, pero elegante, sutil. Me pareció una buena idea no utilizar sus pinturas, sino su idea de color para crear una película que estará al fondo del escenario durante toda la representación", afirma Taylor. No son cuatro números de cante y baile al estilo tradicional, sino un espectáculo de aproximadamente una hora y media de duración con un principio, un final y una concepción integral.
Gerardo Núñez se encarga de la dirección musical. Una guajira, un fandango, una soleá por bulerías, una siguiriya y una soleá son el armazón musical sobre el que los bailaores y bailaoras interpretan sus elementos. "Hay solos que son la columna vertebral del montaje, pero también pasos a dos y pasos a cuatro en las transiciones", explica Buglisi. Carmen Cortés (Barcelona, 1957) interpreta el fuego: "Aquí están todos los tipos de baile, desde la improvisación hasta la escuela clásica y española y con una puesta en escena y una concepción del teatro distinta. Es nuevo, los espectadores asistirán a un montaje con fuerza, muy cuidado pero racial".
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