Duran insta a la federación a seguir la estrategia de Pujol y olvidar el radicalismo

El líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, salió ayer victorioso del 23º congreso de su formación, celebrado este fin de semana en Barcelona, al ser reelegido con el 91% de los votos y situar a los 21 miembros de su candidatura en la ejecutiva del partido. Duran, en su discurso de clausura, reafirmó los planteamientos democristianos de su formación, frente a la "beligerancia laicista" de los gobiernos central y catalán, y advirtió a la federación de Convergència i Unió, de la cual es secretario general, de que evite los radicalismos y aplique la misma estrategia "integradora y de centralidad política" de Jordi Pujol si quiere recuperar en 2007 la presidencia de la Generalitat.

Duran, que ha calificado este congreso de "la refundación", ha aprovechado el cónclave para marcar distancias ideológicas y estratégicas con sus socios de Convergència, de cara a la conferencia nacional que ambos partidos deben celebrar a finales de noviembre para decidir el futuro de la federación. Aunque nada hace prever la ruptura, ayer Duran instó a la militancia a conseguir que la ideología democristiana se imponga en el seno de CiU y alertó de que él no podrá ser líder de un proyecto político con cuyos planteamientos no comulgue. En clara advertencia a las derivas soberanistas de Convergència -dirigida por Artur Mas, a quien Duran no ha citado una sola vez en sus intervenciones- y a un posible rechazo de la Constitución europea por parte de este partido.