"La 'movida' estaba aquí, no en Madrid"
Pregunta. Dicen que usted fue el primero en pinchar música moderna en España.
Respuesta. Puede ser que sí. Si no el primero, uno de los primeros en pinchar lo más moderno y vanguardista. A principios de los setenta, moderno quería decir los grupos americanos de rock. Aquí era el momento de las rumbas y el lento. Pero la ruptura fuerte fue entre el 75 y el 76, cuando estuve trabajando en Cap 3000 de Benidorm, la que estuvo considerada la discoteca más grande de Europa.
P. ¿Cuál era la reacción de la gente?
R. Me gustaba trabajar con la psicología de la gente. Tenía el momento clave para pinchar ese tipo de música: al principio y al final de la noche. Era un tiempo en que la música disco lo invadía todo, pero yo tenía un buen surtido de rock americano gracias a los soldados de la base de Torrejón. La gente tenía muchas ganas de conocer y de sentir.
P. ¿Cómo se vinculó profesionalmente a la música?
R. Hablaba inglés y francés
y estaba trabajando en un hotel de recepcionista en Granada, pero no me gustaba afeitarme todas las mañanas ni cortarme el pelo todas las semanas. Allí había una discoteca y empecé a pinchar mientras el encargado se iba a por bocadillos. Luego, en 1971 fui en unas vacaciones a Ibiza y allí lo vi claro. Enseguida me dejé barba y el pelo largo.
P. ¿Qué hizo?
R. Me fui a Francia y luego a Inglaterra. De allí, a Sitges, donde me puse a pinchar en La Galera. Después viajé por toda Europa, pinché y limpié oficinas en Amsterdam, hasta que regresé y me puse a representar a cantantes. Entonces surgió la posibilidad de pinchar en Cap 3000, pero yo no me quería quedar en Benidorm.
P. Y empezó la movida de Oggi en Valencia.
R. Antes estuve una semana en Barraca, pero en Oggi hice lo que quería. Pinchaba música clásica, jazz, fusión, pop blanco... Allí venía Miguel Bosé, los de Radio Futura, Los Rebeldes...
P. ¿Ya tenía la tienda Zic-Zac?
R. No, eso fue cuando pinchaba en Distrito 10, en 1983. Tenía muchos contactos en Inglaterra, donde compraba muchos discos, y me apetecía tener una tienda de música de importación. En Valencia no había nada, ni tampoco en España.
P. ¿Es cierto que allí nació la palabra bakalao?
R. En efecto. Había un chaval que venía con unos disc jockeys a comprar y cuando se ponía a oír la música que teníamos exclamaba: "¡Che, qué bacalao!" Y de tanto decirlo, decidimos promocionar el bakalao, que no era nada concreto, sino todo lo que era diferente. Y ahí nació.
P. Musicalmente, ¿Valencia era más moderna que Madrid y Barcelona en ese momento?
R. Mucho más. Todo el mundo se volvía loco por venir a Valencia el fin de semana. La movida estaba aquí, no en Madrid. Alaska, La Mode, Radio Futura... si no venían a Valencia, no eran nadie.
P. ¿Por qué Valencia no ha proyectado esa imagen como lo ha hecho Madrid?
R. Nosotros no éramos empresarios, para nosotros el negocio era pasarlo bien. Además, no éramos conscientes de lo que estaba ocurriendo. Todo eran palmaditas, qué guapos sois..., y los demás iban chupando y haciendo dinero. Muchas veces dije que debíamos montar una discográfica, pero las discográficas se fueron a Barcelona. Fue un momento en que se puso en relación mucha gente que estaba haciendo cosas nuevas, pero no fuimos empresarios. Ni los hubo para aprovecharse de la movida.
EN DOS TRAZOS
Juan Santamaría (Castellar, 1949) fue el primero que hizo una remezcla en España con la canción 'Semilla negra' de Radio Futura y el primero en montar una tienda de importación de discos. Había estudiado en Francia, donde llevaba camisas a flores como el cantante Antoine, incluso había trabajado de recepcionista en un hotel, pero deslumbrado por la luz de Ibiza inició un peregrinaje por los almacenes de discos de Londres que propiciaría la 'movida' de los ochenta en Valencia. Fue el padre del 'bakalao', aunque reconoce que murió consumido por su propia caricatura, y ahora representa licencias de canciones en su empresa Capricorn Productions.
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