Bono defiende el desfile de hoy como el de "la concordia"

Pese a los intentos por limar asperezas, modificando por ejemplo la letra del Homenaje a los caídos, el desfile del Día de la Fiesta Nacional, que se celebra hoy, no consigue sacudirse la polémica. El ministro de Defensa, José Bono, aseguró ayer que la celebración pretende contribuir "a la concordia y el entendimiento entre los españoles", frente a quienes critican la presencia de veteranos de la División Azul en la ofrenda floral.

Bono hizo ayer esfuerzos por "no soliviantarse ante los insultos", según sus palabras, pero agregó, en referencia a ERC, que "no hay que pedir permiso [para celebrar la Fiesta Nacional de España] a quien exhiba un planteamiento antiespañol".

En esta ocasión, las críticas las ha suscitado la presencia en el Homenaje a los caídos de tres veteranos de la División Azul (que participó en la invasión de Rusia a las órdenes de Hitler), al lado de tres antiguos miembros de la División Leclerc (de la que formaban parte los republicanos españoles que liberaron París de los nazis).

El ministro subrayó que la participación de estos ex combatientes -junto a víctimas de ETA y del 11-M, o familiares de los agentes del CNI muertos en Irak y de los militares fallecidos en el accidente del Yak-42- no supone un juicio moral sobre su conducta hace 60 años. "Quiero a este país y busco la concordia de todos, los de derechas y los de izquierdas, los que estuvieron en un bando y en otro, porque eso es más solidario, moderno e inteligente que tratar de leerle la cartilla a un veterano", enfatizó.

Reveló que la propuesta partió del jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Félix Sanz, y que al Gobierno le pareció "muy atinada", por lo que pidió que se acepte "con normalidad" el acto y "no se ponga la lupa sobre los aspectos que nos separan".

También consideró "muy digna de ser aplaudida" la decisión del presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, de asistir al desfile, rompiendo así la tradicional ausencia de su antecesor Jordi Pujol, a pesar de las críticas de sus socios de Gobierno de ERC e Iniciativa per Catalunya-Verds. Quien no estará presente será el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, para el que Bono comete una "grave equivocación" al situar a "verdugos y víctimas al mismo nivel". Tampoco está previsto que acuda el lehendakari, Juan José Ibarretxe, aunque el ministro le invitó como a los demás presidentes autonómicos e intentó sin éxito hablar con él.

Iñaki Anasagasti, senador del PNV, dijo que la presencia de republicanos y fascistas es como reunir en una manifestación "a víctimas de ETA y a miembros de ETA".

Bono anunció ayer algunos cambios en el texto del Homenaje a los que dieron su vida por España que se leerá durante el acto. En concreto, se ha cambiado la frase "no quisieron servir a otra bandera", por "no pudieron servir con más grandeza"; y "fueron fieles al juramento que empeñaron", por "fueron fieles a los ideales que abrazaron".

Bono dijo que su propósito es "evitar una guerra de banderas", aunque resulta obvio que republicanos y miembros de la División Azul no lucharon bajo la misma bandera, y que los segundos no respetaron su juramento de lealtad a la República.

También se cambia la frase "no supieron morir de otra manera", por "no supieron vivir de otra manera"; en este caso, por respeto a los fallecidos del Yak-42 que hubieran preferido morir de otra forma, según sus familiares.