Colosal Pedrosa
El español, a dos puntos del título mundial tras ganar en Sepang con la mayor ventaja, 13,5s, registrada esta temporada
Alberto Puig no puede todavía reprimir el estrés. Necesita liberarse, que su pupilo Dani Pedrosa sentencie de una vez por todas el título mundial. La gesta está al caer. El gran día de gloria muy bien pudo haber sido ayer en Sepang (Malaisia), el mismo circuito donde hace un año el liviano piloto de Sabadell (Barcelona), sólo 44 kilos, ya se proclamó de 125cc. Tras su recital de pilotaje sobre el recalentado asfalto malayo, donde la temperatura rondó los 37 grados, Pedrosa ganó su sexto gran premio de la temporada. Pero necesitaba sumar ocho puntos más que su ya único rival potencial, Sebastián Porto. El argentino se defendió como gato panza arriba. De haber quedado tercero, ya habría cantado el alirón Pedrosa. Pero logró superar a Toni Elías en el espectacular mano a mano que mantuvieron por la segunda plaza.
No importa demasiado. Pedrosa ya es el virtual campeón de los 250cc. Sólo le faltan dos puntos para sellar matemáticamente un logro sin precedentes que le convertirá en el más joven piloto de la historia en alzarse con la corona. No lo fue ayer, con 19 años y 11 días, pero le quedan todavía dos cartuchos, en Australia y Valencia, y tiene todos los visos de que establecerá el récord el próximo domingo en Philip Island. Aunque gane Porto, le bastará con alcanzar el 14º puesto. Y, sin embargo, su jefe, Puig, no es capaz todavía de tomarse el hondo respiro que merece. Aún están frescas en su memoria las vicisitudes para montar la estructura de un equipo que sólo hace medio año carecía de estructura y que no poseía siquiera una moto para Pedrosa, que afrontó la temporada después de pasar dos semanas en una silla de ruedas y de precisar muletas durante dos meses y medio. Fue como consecuencia de la caída que sufrió durante los entrenamientos para el Gran Premio de Australia, en la que se rompió los dos tobillos. La situación del campeonato ha desembocado en una coincidencia. En el mismo trazado de Philip Island en el que empezó su calvario hace un año, Pedrosa competirá el próximo domingo con todas las bazas para proclamarse campeón de los 250cc.
En Sepang, ayer, la dicha no fue plena para Pedrosa. Pero su carrera fue de las que marcan época. Partía en la parrilla desde la segunda posición, tras Porto. Pero, desde el primer acelerón, se situó por delante y empezó una cabalgada en solitario irresistible para todos sus rivales. A razón de un segundo por vuelta sacaba a sus más inmediatos perseguidores, Porto, Elías y De Angelis. Así estuvo Pedrosa durante 15 vueltas, incontenible, ignorando cualquier táctica conservadora o precaución excesiva. Tampoco sabía si era Elías o Porto quien se situaba en el segundo puesto, que no a su estela, porque a ambos les sacó enseguida un mundo. Con un estilo contrapuesto, con Elías apurando más la frenada y Porto aprovechando los resquicios para colarse por el interior, ambos se entregaron a fondo en una bellísima batalla. Se produjeron muchas alternativas, aunque Porto, a falta de ocho vueltas, se asentó en la segunda posición y ya no permitió que le sobrepasase Elías, que le acosó hasta el final.
Pedrosa quitó gas en el último tramo, aunque poco menos que pudo permitirse, una vez pasada la bandera a cuadros, sentarse a ver por televisión el trascendental desenlace de la lucha entre Porto y Elías, que, por un día, se convirtió en su mejor aliado. Los 13,5 segundos de ventaja de Pedrosa sobre Porto es la mayor ventaja que se ha producido en este curso en todas las carreras del Mundial, superior a los 11 que le sacó Dovizioso a Flai en la prueba de 125cc en Japón y a los 8,7 de diferencia entre Rolfo y De Puniet en Jerez. "Ahora vamos a Australia, en donde espero que todo vaya bien. Tengo ganas de poder quitarme la espina del pasado año". Palabra de Pedrosa.
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