_
_
_
_
Entrevista:LA DESTRUCCIÓN DE LOS LIBROS

El director que salvó la Biblia de Lutero

Michael Knoche, de 53 años, dirige desde 1991 la biblioteca que se incendió y en la noche del siniestro salvó de las llamas una valiosa Biblia de Lutero. Knoche, que estudió germanística, filosofía y teología antes de dedicarse al trabajo de bibliotecario y de trabajar para editoriales en Heidelberg y Berlín, no es un tipo Rambo y no da importancia a su actuación: "Estaba en la primera fase del incendio junto con un bombero y saqué la Biblia de Lutero antes de que se permitiese la evacuación sistemática de los libros. El permiso lo dieron los bomberos a lo largo de la noche y de esa zona se rescataron la colección de biblias y otras piezas". Explica Knoche que hubo que esperar el permiso de los bomberos para iniciar el rescate, "porque existía el peligro de que cayera el techo sobre el primero y segundo piso y todo ardiera de golpe. Por eso es comprensible que los bomberos no dejasen en un principio entrar a nadie".

"Una gran parte de lo que ha sido destruido es irrecuperable y no puede comprarse en anticuarios o no existe en otras bibliotecas"

A la pregunta de si el daño sufrido con el fuego es más bien estético o de contenido, responde Knoche: "Una gran parte de lo destruido es irrecuperable y no puede comprarse en anticuarios o no existe en otras bibliotecas. La mitad de los libros destruidos entra en esta categoría. Muchos libros destruidos tenían valiosas encuadernaciones y otros tenían anotaciones manuscritas de sus propietarios en los márgenes. Se destruyeron muchos libros de un gran valor local y regional y por tanto no se encuentran en las grandes bibliotecas de Múnich o París". No cree Knoche que, como escribió algún periódico alemán, con 10 millones de euros se pueda recuperar lo destruido: "Eso es un error. No se pueden recuperar las encuadernaciones o las anotaciones que le comentaba. Además, como le indiqué, la componente regional, la colección de sermones, la lírica popular y los informes sobre descubrimientos locales no se encuentran en ningún anticuario".

Sobre los fallos de la seguridad,

comenta Knoche: "Todavía no conocemos la causa del incendio. La policía continúa con las investigaciones. Había problemas de seguridad porque la biblioteca data del siglo XVIII. Hoy sería posible mejorar la seguridad. Siempre decíamos que no tenía sentido mejorar de forma puntual las condiciones sino que había que sanear todo el edificio. La seguridad contra incendios es un aspecto, pero también el clima era insoportable para los libros y siempre surgían hongos. Por todo esto estaba previsto el saneamiento general". Knoche no cree en un incendio intencionado: "Yo lo excluyo por completo y probablemente la policía dirá lo mismo. No hay el menor indicio en este sentido. Supongo que se encontrará algún defecto técnico o alguna imprudencia". No le parece raro a Knoche que el incendio ocurriese poco antes del traslado definitivo de la biblioteca: "¿Qué explica esto? Con motivo de las medidas de saneamiento del edificio se realizaron investigaciones previas y los restauradores de la madera trabajaron allí. No se puede excluir que ocurriese algo relacionado con estos trabajos. Esto es una pura especulación y preferiría esperar los resultados de la investigación". Apunta Knoche a un cambio de clima político ocurrido en los años noventa sobre la conservación de instalaciones culturales: "Ante los problemas financieros se llegó a la conclusión de que se solucionasen con su propio esfuerzo. Siempre se puede recurrir al mecenazgo. Eso lo practicamos de forma intensa, pero instituciones de este tipo necesitan un fomento permanente. En los noventa ese consenso se debilitó".

Michael Knoche, director de la biblioteca de Weimar.
Michael Knoche, director de la biblioteca de Weimar.SASCHA FROMM

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_