Fraga sufre una lipotimia mientras leía su discurso sobre el estado de la autonomía

Un desvanecimiento del presidente de la Xunta, Manuel Fraga, cuando pronunciaba desde la tribuna del Parlamento de Galicia su discurso en el debate anual sobre el estado de la autonomía, añadió ayer otra nota de dramatismo al convulso momento de la política gallega. Fraga sufrió una lipotimia que obligó a retirarle del hemiciclo y a suspender hasta hoy el debate con los grupos de la oposición. Según la Xunta, se trata de una secuela de la gastroenteritis vírica que la semana pasada le ocasionó otro desmayo en su despacho y le forzó a cancelar su agenda de trabajo durante dos días.

El episodio se produjo poco después de que el presidente de la Xunta anunciase un acuerdo con los disidentes del Partido Popular en Ourense para desactivar la crisis interna del partido.

Fraga, que en noviembre cumple 82 años, llevaba dos semanas sometido a una fuerte tensión ante el riesgo de quedarse sin mayoría en el Parlamento por la rebelión de un sector de su partido, al que él mismo amenazaba con la convocatoria inmediata de elecciones autonómicas. El lunes 27 de septiembre, poco antes de una entrevista decisiva para la resolución de la crisis con el líder del grupo rebelde, el presidente del PP de Ourense, José Luis Baltar, el presidente gallego ya había sufrido otro desvanecimiento, como consecuencia de una gastroenteritis, mientras despachaba con sus colaboradores.

"Acuerdo definitivo"

El fundador del PP inició a las diez de la mañana de ayer su discurso de apertura del debate anual del estado de la autonomía con una advertencia a la oposición: "Que nadie pierda el tiempo especulando con candidatos tapados, con una crisis que no es tal o con rupturas irreparables". Sólo unos minutos antes, el PP gallego había difundido un escueto comunicado en el que anunciaba un "acuerdo definitivo" con Baltar sobre las "discrepancias de carácter interno". En el arranque del discurso, el presidente de la Xunta también había aludido a su voluntad de seguir gobernando Galicia y concurrir a un nuevo mandato en las próximas elecciones autonómicas con una cita de Voltaire: "Cuanto más envejecemos, más necesitamos estar ocupados. Casi es preferible morir antes que arrastrar una vejez ociosa".

Cuando Fraga ya llevaba unos 70 minutos leyendo su prolijo discurso, comenzó a apagársele la voz mientras la cabeza se le inclinaba sobre el atril. Tras unos segundos de desconcierto y parálisis, subió a la tribuna el consejero de Sanidad, José Manuel González, al que luego se unieron varios diputados de todos los grupos parlamentarios que son médicos de profesión. "Descanse un poquito, presidente", le rogó con insistencia el consejero. Fraga, al que le flaqueaban las piernas, seguía balbuceando el discurso de forma maquinal y se resistió: "He dicho que no". Entre media docena de diputados lograron bajarle de la tribuna y se lo llevaron en una silla con ruedas. Entre el nerviosismo general, una hermana de Fraga, Rosario, que se encontraba en la tribuna de invitados, entró alarmada al hemiciclo

El presidente regresó una hora más tarde, después de que le practicasen un electrocardiograma y un análisis de sangre en su despacho del Parlamento. Según la Xunta, Fraga sufrió una lipotimia por "deshidratación" y "agotamiento" al no haber curado bien la gastroenteritis. El presidente volvió a subir a la tribuna, donde pidió disculpas y agradeció la actitud de la oposición, que había aceptado de inmediato suspender el debate hasta mañana. Antes de retirarse, Fraga habló diez minutos más para concluir un discurso abreviado sobre la versión escrita.

El presidente de la Xunta ya había sufrido otro desvanecimiento en público, en enero de 2003. En los dos últimos años fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas, una en una hernia discal y otra para implantarle un marcapasos en el corazón. Distintos portavoces del Gobierno gallego insistieron en que el estado general de salud del presidente es bueno. El secretario general del PP gallego, Xesús Palmou, negó que este "episodio puntual" pueda afectar a la decisión de Fraga de concurrir a las elecciones el próximo año. "Está en perfectas condiciones de asumir el reto que él mismo se ha planteado", declaró Palmou a Radio Nacional. "El reconsiderarlo o no es una cuestión del presidente, que tiene el apoyo del partido cualquiera que sea la decisión que adopte". También el secretario general del PP, Ángel Acebes, expresó su "apoyo y confianza" a Fraga.

"Centro galleguista"

El episodio no impidió al presidente de la Xunta completar la parte más política de su discurso, en la que reafirmó su creencia en un proyecto de "centro galleguista" y se mostró dispuesto a negociar con la oposición una reforma del actual Estatuto de Autonomía dentro del "respeto a la vigente Constitución en su letra y espíritu". Fraga se dirigió expresamente al Bloque Nacionalista Galego (BNG) para pedirle que "supere sus viejas posiciones maximalistas".

El presidente censuró además el proyecto de Presupuestos Generales del Estado porque, a su juicio, suponen "un claro incumplimiento del Plan Galicia que es una falta de compromiso del Gobierno del con nuestro país". "La dotación económica no llega ni a la mitad de lo solicitado por el Parlamento de Galicia", remachó Fraga.