Comercio se fija como objetivo que haya vuelos regulares entre España y China en junio de 2005
La Secretaría de Estado de Comercio y Turismo ha fijado el próximo mes de junio para que se pongan en marcha vuelos directos regulares entre España y China, y para ello sigue impulsando sus iniciativas de forma activa. Durante el próximo mes de noviembre se va a celebrar una reunión decisiva entre los responsables de la Dirección de Aviación de España y su organismo homólogo de China, que son los que tienen el compromiso de fijar las autorizaciones de los vuelos entre ambos países. Una vez que se celebre esta reunión, la Secretaría de Estado de Comercio y Turismo "va a crear un marco favorable para que las empresas privadas españolas puedan avanzar en este proyecto y poder contar con esos vuelos entre junio y septiembre de 2005", según medios cercanos al Gobierno.
Comercio va a seguir presionando en pro de un acuerdo estratégico: atraer hacia España el turismo chino, el de mayor potencial en este momento por cuanto se calcula que en la actualidad existen 20 millones de chinos con poder adquisitivo para hacer turismo en Europa. Los cálculos apuntan a que en el año 2010 habrá 100 millones.
En la actualidad cuentan con permiso para volar a China la compañía Iberia y, de forma recíproca, China East Airlines. Sin embargo, la compañía de bandera española no ha ejercido este permiso por ahora al considerar que no es rentable. Iberia hace un año hizo su último estudio de viabilidad para estos vuelos, pero las cuentas no le salían. "Son vuelos con costes muy altos porque necesitan doble tripulación que no puede hacer el viaje de vuelta en el día por razón de horario", dijeron. Para Comercio, el volar de forma directa es un elemento indispensable para que se fomente este caudal de tráfico aéreo. En ese departamento se considera que la labor turística no es un trabajo a corto plazo.
Mientras que Iberia echa de nuevo cuentas, otras dos grandes aerolíneas españolas, Spanair y Air Europa, se han mostrado dispuestas a recoger el envite de Comercio siempre y cuando se abra el abanico de autorización de vuelos, hecho que a Comercio no le ha pasado inadvertido.
