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Reportaje:

Valero Rivera deja el Barça

El director general de las secciones dimite dolido por los abucheos que recibió en el Palau

Robert Álvarez

La crisis directiva en el Barcelona de baloncesto se agudizó ayer con un golpe de teatro. Lo protagonizó Valero Rivera. Ni un mes ha durado en el cargo de director general de las secciones del club azulgrana. Consecuente a más no poder, cumplió su palabra y presentó su dimisión irrevocable. Su promesa fue: "Si me critican en el Palau Blaugrana, lo dejo en dos minutos". Y se marchó, si no en dos minutos, sí en dos partidos, los únicos que ha disputado el equipo azulgrana en la temporada que acaba de empezar. El pasado jueves, en la Liga catalana, ante el DKV Joventut, se pudieron ver un par de pancartas en contra de Valero y el domingo, en la primera jornada de la Liga ACB, ante el Leche Río Breogán, algunos espectadores le abuchearon.

"Después de 36 años aquí no quiero vivir con la posibilidad de que me silben si no va bien"
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"Desde el agradecimiento, pero también desde la convicción, le he dicho al presidente [Joan Laporta] y a la comisión delegada que dejo el club porque, después de 36 años aquí, no quiero vivir con la posibilidad de que se me silbe si las cosas no van bien", expuso Rivera en la improvisada rueda de prensa con la que hizo oficial su adiós a tan breve ejercicio de su cargo. Fue tras una breve conversación con Laporta y con la comisión delegada de la directiva azulgrana. No le hizo falta más tiempo. Su dimisión, a diferencia de otras ocasiones, era irrevocable. "Ahora pueden ser veinte o treinta, pero quién sabe si dentro de un tiempo serán 200 o 300 las personas que me critican", comentó.

La decisión de Rivera deja en una delicada situación a Laporta, que fue quien le nombró director general de las secciones, cargo de nueva creación, cuando parecía que tenía ya un pie fuera del club después de su exitosa y larga etapa en el balonmano: 70 títulos en 20 años como entrenador. Fue también el presidente quien le otorgó plenos poderes sobre el baloncesto cuando los responsables de ese deporte apostaban por la continuidad de un organigrama con el que el Barça había conseguido grandes éxitos en las dos últimas temporadas: Euroliga, Liga y Copa hace dos años y la Liga el año pasado.

La ratificación de Valero se produjo el pasado 6 de septiembre, después de que las diferencias entre los máximos responsables de la sección y el nuevo director general se hicieran insostenibles y de que ambas partes se reprocharan importantes fracasos en la gestión. Por ejemplo, que se frustraran los fichajes de Felipe Reyes, Jasikevicius o Garbajosa.

Valero acudió aquel día al despacho de Laporta con la carta de dimisión bajo el brazo, pero el presidente le convenció para que continuara. Lo hizo. Su primera decisión fue destituir al gerente, Antonio Maceiras, y pedir al entrenador, Svetislav Pesic, que manifestase que se había equivocado al protagonizar un incidente en el que ambos estuvieron a punto de llegar a las manos. Pesic, lejos de ello, trató de convencer a Laporta, sin éxito, de que diera viabilidad al mismo organigrama al menos durante un año más. El serbio se negó a trabajar a las órdenes de Rivera, una persona que, según él, no tiene ningún conocimiento sobre eñ baloncesto y que, además, destituyó a Maceiras, que había sido clave en su fichaje por el club azulgrana. Pesic acabó siendo destituido. Rivera nombró nuevo gerente a Manolo Flores, que hasta entonces había sido el entrenador ayudante de Pesic, y situó como máximo responsable técnico a Joan Montes, que ejercía en aquellos momentos como director de la cantera del club.

La convulsión fue notoria y alcanzó de pleno a la directiva.Josep Maria Bartomeu, máximo responsable de la sección de baloncesto, no estuvo de acuerdo con las decisiones adoptadas por Laporta. Bartomeu, además, recibió el apoyo de al menos tres directivos más: el vicepresidente Sandro Rosell, Jordi Monés y Jordi Moix.

Tras la reunión de la comisión delegada de la directiva, el vicepresidente Marc Ingla anunció que el nuevo organigrama del baloncesto queda supeditado a la reunión de la directiva, que se celebrará hoy, aunque agregó: "Alguien ocupará el cargo que desempeñaba Rivera". A tal efecto, serán cruciales las conversaciones que puedan mantener durante las próximas horas Laporta y Bartomeu. Todo hace prever que Montes continuará al frente del primer equipo, que ha conseguido ganar la Supercopa española y todos los partidos oficiales que ha disputado. También se baraja la posibilidad de que Pesic, que continúa viviendo en Barcelona y que se despidió con muy buen talante de Laporta, pudiera regresar a la sección.

Valero Rivera y Joan Laporta.
Valero Rivera y Joan Laporta.EFE

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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