Las carencias del deporte español
Para mejorar, el autor considera clave, entre otros aspectos, incrementar la base, estimular la competitividad y rellenar las carencias
Repasemos algunos comentarios sobre el deporte español, fundamentalmente en los deportes incluidos en el Programa Olímpico. Para empezar, diremos que España es un país que se centra en los grandes deportes, en los deportes populares, en los espectáculos mayoritarios, y que olvida durante cuatro años los deportes minoritarios. Además, España es un país poco deportivo, tanto por falta de tradición en muchos deportes como por la pobre dedicación al deporte de nuestra juventud y la casi nula presencia del deporte en la escuela como base educativa de nuestra población. Esto hace que la estructura deportiva de base sea limitada a pesar de las buenas instalaciones. Como muestra, digamos que la prensa deportiva durante los Juegos de Atenas ha dedicado sus principales páginas a entrenamientos, fichajes y rumores sobre el fútbol con preferencia a las medallas y a las duras competiciones de nuestros olímpicos. Ello, pese a que nuestro fútbol no fue capaz de clasificarse para los Juegos y defender en Atenas sus medallas de Barcelona 92 y Sidney 2000.
La presencia del deporte es casi nula en la escuela como base educativa de nuestra población
Cada cuatro años se celebran los Juegos y es sólo entonces cuando nos acordamos de algunos deportes que el resto del ciclo olímpico no han representado ningún interés. Si pensamos que el medallero es una medida del nivel deportivo de los países, tenemos que modificar esta postura pasiva por una más activa y poner en marcha programas exigentes y selectivos en esos deportes minoritarios. Esto lo saben muchos países que, por intereses políticos o de imagen pública, buscan esos nichos de medallas.
Vamos a hacer un somero agrupamiento de nuestra posición en los deportes olímpicos y tratar de presentar algunas conclusiones de futuro.
1. Los dos grandes deportes son el Atletismo y la Natación, que reparten 264 medallas (28% del total) y participan con 3.340 deportistas (33% del total).
Pues bien, en el Atletismo nuestros resultados son escasos y nos es difícil competir con los africanos de fondo, los grandes velocistas de color y los corpulentos lanzadores. Tenemos nivel en nuestro entorno, pero dificultades de entrar en las finales olímpicas.
La Natación lleva muchos años con una actuación muy pobre en las pruebas olímpicas, salvo en el Waterpolo y con dos espaldistas importados. Ahora aparece una emergente Natación sincronizada.
2. Deportes de abundante medallero (397 medallas, 42,5% del total) y en los que estamos ausentes o con grandes dificultades para entrar en las finales: Bádminton, Béisbol, Boxeo, Esgrima, Halterofilia, Lucha, Pentatlón, Remo, Sóftbol, Taekwondo, Tenis de Mesa, Tiro con Arco, Tiro Olímpico y Yudo.
En los deportes de combate en Atenas hemos sobrevalorado nuestros equipos (Taekwondo y Yudo) y en otros casi no participamos (Boxeo y Lucha). Hemos encontrado pocas opciones ante el instinto de lucha de países asiáticos, caribeños o africanos. En el resto, nuestra presencia es testimonial.
3. Deportes de equipo.
Baloncesto, Balonmano, Fútbol, Hockey sobre hierba, Voleibol sala y Waterpolo, a los que podríamos añadir Natación sincronizada y Gimnasia rítmica.
Son 2.174 deportistas (23% del total) para 48 medallas (5% del total). España tiene un gran nivel internacional en la mayoría y exigen un gran esfuerzo de clasificación y muchos atletas, optándose a pocas medallas (48). Solemos llevar una gran representación y en Atenas, con buena actuación y poca fortuna, no hemos podido entrar en el medallero.
4. Deportes con buena presencia en Atenas e importante medallero.
Ciclismo: bien pista y montaña, mal ruta.
Gimnasia: buena actuación.
Hípica: buena actuación, excepto saltos y completo.
Piragüismo: buena actuación.
Tenis: actuación regular.
Vela: buena actuación.
Podríamos incluir el Triatlón, de buen ránking, pero desafortunado en Atenas.
Reparten 219 medallas (23% del total).
No quisiera olvidarme de mencionar como individualidades de Atenas a los gimnastas Rafael Martínez y Gervasio Deferr, a Beatriz Ferrer-Salat, a David Cal, a Iker Martínez, a Xabier Fernández y a Pau Gasol.
En resumen: después de repasar los 28 deportes olímpicos y algunas de sus especialidades, vemos que para conseguir medallas hay que actuar sobre algunos deportes de amplio medallero y que son muy minoritarios en nuestro país. Si no rellenamos estos agujeros negros de los deportes olímpicos en los que estamos prácticamente ausentes, será difícil entrar entre los 10 grandes del Olimpismo y seguiremos en posiciones entre la 10ª y la 20ª, lo que no refleja el nivel general del deporte español. Existen países que se centran en nichos de medalla y que, teniendo un nivel dportivo inferior al nuestro, nos superan en el medallero (caso de Cuba, Ucrania, Hungría, Rumania u Holanda).
Pienso que para mejorar nuestra presencia en los Juegos (escaparate cuatrienal del deporte mundial) deberíamos implementar algunas acciones activas.
En primer lugar, incrementar nuestra base. Si comparamos nuestras cifras federativas con los grandes países, veremos que estamos muy por debajo y en algunos deportes con cifras ridículas. Dada la descentralización del deporte de base en España, la ayuda de las Consejerías de Deporte de las Autonomías es fundamental: buena base federativa, apoyo a los clubes, deporte en las escuelas.
En segundo lugar, y con la colaboración de nuestras Federaciones, estimular la competitividad de nuestros atletas para que en los Juegos rindan al máximo nivel e incluso por encima de sus marcas. El Plan ADO, de patrocinio privado y con el decisivo soporte de Televisión Española, que busca finalistas olímpicos y no promesas ni descubrir nuevos valores, persigue este objetivo finalista y exigente ayudando a deportistas olímpicos, especialmente en deportes minoritarios, para que puedan centrarse en su preparación. Hemos repetido varias veces que no existe una correlación directa entre los Campeonatos del Mundo y de Europa con los Juegos porque el nivel en los Juegos es más exigente. Los Juegos son para algunos deportistas su única razón de ser mientras que para los grandes profesionales pueden ser un torneo más, pero hay que exigir a todos la máxima competitividad.
Y, finalmente, rellenar nuestras carencias. Hacer planes especiales y dirigidos a Natación y a esos deportes menos populares, pero de gran importancia en el medallero. Y esto es labor de todos, desde el deporte base hasta la ayuda a aquéllos que hayan alcanzado el alto nivel internacional. De esta forma, aumentaremos nuestro número de deportistas individuales que puedan optar a medallas. A los deportes de equipo, seguir apoyándoles.
Para cumplir los objetivos señalados habrán de concurrir e incrementarse las fuentes de financiación públicas (Planes Autonómicos y Programas Federativos de Alto Nivel) y privadas (Patrocinios de empresa favorecidos por la Ley del Mecenazgo), cuyas cifras en España son inferiores a las de los países de nuestro entorno.
Y confiemos con todo ello en que en los próximos Juegos de Pekín 2008 nos situemos entre las 20 y las 30 medallas y en que si España consigue ser país organizador el salto que para el deporte español supuso Barcelona 92 se consolide en Madrid 2012.
José María Echevarría es presidente del Comité Olímpico Español.
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