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Entrevista:JORGE DEZCALLAR | Embajador de España ante la Santa Sede y ex director del CNI

"El Vaticano es el mejor servicio de información"

Pregunta. Tras ser jefe de los espías, ¿el Vaticano era su salida natural?

Respuesta. Es la que me ofreció el Gobierno. Pero, en cualquier caso, creo que el Vaticano tiene el mejor servicio de información del mundo. No digo de inteligencia, digo de información.

P. ¿Cada púlpito, un agente?

R. Los púlpitos y los curitas que tiene en los sitios más perdidos, que hacen sus informes, que llegan a los obispos, al nuncio y al Vaticano.

P. ¿Es mejor este servicio de información que el CNI?

R. Hombre, yo tengo especial cariño por el CNI, que es un servicio de inteligencia al nivel de los mejores del mundo.

P. Pues no se lució mucho que se diga el 11-M.

R. Estábamos esperando más un atentado contra intereses españoles en el exterior, y contribuimos a desmontar alguno. Dentro, esperábamos algo de ETA, y esto nos pilló por la espalda.

P. ¿Usted qué tiene de 007?

R. Sólo una caricatura que me hicieron cuando me nombraron.

P. ¿No iba, por ejemplo, en plan: "Dezcallar. Me llamo Jorge Dezcallar"?

R. No. Ni siquiera acompañándolo con la caída de ojos.

P. ¿Y se le dan las señoras igual de bien que a Bond?

R. Ya quisiera. Sobre todo aquí en Italia.

P. ¿Esto de los monseñores tiene morbo?

R. Yo creo que sí, que tiene muchísimo morbo. Éste es un mundo muy sofisticado, muy apegado a la tradición, con estructuras muy diferentes de las que estamos habituados a ver. Meterse en eso es un reto.

P. ¿Qué es lo que más le interesa de este mundo?

R. Entender las relaciones de fuerza que existen entre los diversos grupos.

P. ¿Cómo se maneja con el mester de clerecía?

R. Mejor que con el de juglaría, porque siempre he sido muy mal poeta.

P. Iba para ministro de Defensa si hubiera ganado el PP. ¿Se conforma con su suerte?

R. Eso a mí no me consta; y creo que estar en Roma es una buena suerte.

P. Moratinos le sustituyó en la Dirección General de África. ¿Teme que ahora quiera quitarle esta silla?

R. Yo creo que él ha volado mucho más alto que yo. Más bien me gustaría a mí quitarle la suya.

P. ¿De qué trata el secreto más gordo que ha sabido en el CNI?

R. De cuestiones privadas. Pero de eso, ni una palabra. Me he vuelto amnésico.

P. ¿Levantó las alfombras?

R. Pregunté si había cadáveres en los armarios y me dijeron que no. Alguna cucaracha me encontré, pero esqueletos, no.

P. ¿Tiene sus ahorrillos en el IOR (banco vaticano), para poder escaquearse de Hacienda?

R. No. Ni siquiera tengo una cuenta en el IOR, aunque aquí me dicen que debería hacerlo por razones de protocolo.

P. ¿Ahora se llama protocolo?

R. No voy a empezar a evadir a Hacienda a estas alturas.

P. ¿Ha encontrado ya aquí en Roma director espiritual?

R. No [ríe]. Hace mucho que no tengo director espiritual.

P. ¿Para qué pueden servirle los asesores religiosos de la embajada?

R. Si me enseñaran a hacer unos buenos espaguetis con indulgencias, sería una gran cosa.

P. ¿Se sabe ya la diferencia entre cardenal y monseñor?

R. El cardenal va vestido de rojo y el monseñor, de morado. Ésa es la diferencia más clara que yo he encontrado.

P. ¿Come carne los viernes de Cuaresma?

R. La verdad es que sí [ríe].

P. Demuestre que le sirvió de algo pasar por el CNI. ¿Ha averiguado ya quién será el próximo Papa?

R. Trabajamos en ello. Pero no se lo puedo contar.

Jorge Dezcallar, demostrando sus habilidades ciclistas en la plaza de San Pedro de Roma.
Jorge Dezcallar, demostrando sus habilidades ciclistas en la plaza de San Pedro de Roma.LUCIANA ZIGIOTTI

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