Boada recuerda el peso de ICV para la estabilidad del Gobierno

El portavoz de Iniciativa per Catalunya-Esquerra Unida, Joan Boada, advirtió ayer de que su grupo en el Congreso hará valer la fuerza de sus votos y prestará su apoyo al Gobierno central en función del grado de colaboración de éste con la Generalitat. Boada ofreció "diálogo, consenso y corresponsabilidad", pero a cambio de una respuesta positiva a la aprobación del nuevo Estatut, un próximo sistema de financiación, la reforma de la política fiscal y la derogación de la ley de déficit cero. "Que nadie se confíe", advirtió. Un aviso que Boada también dirigió a los socialistas catalanes, ya que ICV es imprescindible para la estabilidad del Ejecutivo catalán.

Boada reclamó ambición al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, para que lidere un cambio real de Gobierno en Cataluña que deje atrás la "herencia del pasado, las malas prácticas extendidas y el gobernar de espaldas a la ciudadanía". Un cambio que tenga como prioridad las políticas dirigidas a las personas y al territorio, y que sea "valiente para aplicar en algunos casos curas paliativas y en otros, si es necesario, extirpar para que renazca un tejido nuevo y potente".