Bennett abruma

Bennett decidió. Es el más listo. El base estadounidense es taimado como pocos. Espera el momento adecuado, se las sabe todas y ejecuta como nadie. La primera semifinal de la Supercopa española de baloncesto, entre el Madrid y el Tau, transcurrió casi todo el tiempo con ventaja del equipo vitoriano, que asustó por la superioridad de sus pívots. Pero una asistencia de Herreros a Burke y un triple del propio Herreros estrecharon el marcador cuando el Tau se lanzaba a tumba abierta a por la victoria. Del 73-69 se pasó al 73-74 gracias a esos cinco puntitos. Faltaba la puntilla. La puso Bennett. Atrapó un rebote en la defensa y se fue como una exhalación hacia el aro del Tau. Nadie pudo pararlo. Fue la última canasta del partido. El propio Bennett iba a encargarse de evitar que el Tau, que Calderón, respondiera. Le hizo falta cuando quedaban cuatro segundos y todavía el Madrid no estaba en bonus, por lo que el Tau tuvo que sacar de banda y acabó haciéndose un lío que desembocó en un lanzamiento de David en malísima posición.

Aun así, el Madrid va justito. Maljkovic desea incorporar a un alero y, lesionado ayer Felipe Reyes -sufrió un esguince en un tobillo-, su juego interior se quedó en mera decoración cartón-piedra ante el poderío y la contundencia de las torres del Tau, en especial de Betts. Si los pívots no dan la talla, es difícil superar a equipos adecuamente pertrechados de hombres altos. Ivanovic dispone de Betts, de David, de Scola... Y está logrando que el brasileño Splitter alcance una madurez que le convierte, gracias a su talento y su muñeca, en un jugador muy resolutivo.

Sin Felipe, el Madrid quedó reducido a cenizas en la defensa de su aro. Burke no es capaz de hacer valer su molicie, Bueno aporta cositas pero se queda corto y comete errores de bulto, como en el último cuarto de ayer, y Fotsis puede ser un 4 para ratitos, no más.

Toda la chicha del Madrid está en su perímetro exterior. Maljkovic posee un arsenal impresionante: Bennett, Bullock, Sonko. El Madrid se ha convertido en un equipo que corre que se las pela, con mucha capacidad desequilibrante desde fuera y para liar a sus rivales con las combinaciones que ejecuta Maljkovic con tres tipos a los que les da igual jugar de base que de escolta. El trabajo táctico se nota. El Madrid perdió 12 veces la posesión, muchas menos de las que regalaba la pelota la pasada temporada. El equipo está más al loro. Por la cuenta que le trae. Sus jugadores ya conocen como se las gasta Maljkovic, que ayer reprendió a base de bien a Bueno y apenas permitió jugar a Stojic.

El Madrid también contó con un jugador decisivo, que supo aportar lo mejor de sí mismo, es decir, su magnífica puntería y su capacidad para hacerla notar en los momentos más difíciles. No es otro que Herreros. A sus 34 años, sus facultades han menguado en el aspecto físico, pero mantiene una puntería envidiable. Sus tres triples llegaron en momentos cruciales para su equipo, especialmente el último, cuando el Tau tenía el partido de perillas para decidir. Pero, con la colaboración de Herreros, fue Bennett quien dio la puntilla.