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FÓRUM DE BARCELONA | Observatorio
Columna
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Algunas emociones fuertes

Es la hora de pensar ideas para Monterrey. Interesan especialmente las ideas nuevas. Ideas para las exposiciones, ideas para las conversaciones, ideas para los espectáculos, ideas para los encuentros... Ahí va una idea que nace de un objeto que me envía mi amigo David Lordkipanidze, director del Museo Nacional de Georgia, a través del también viejo amigo Jordi Agustí, director del Instituto de Paleontologia M. Crusafont de Sabadell. Al deshacer el envoltorio aparece una piedra. Es un canto rodado roto por la mitad, roto de tal manera que la línea de fractura bien puede servir como un útil a medio camino entre un martillo y un hacha. En la jerga de los paleoantropólogos la herramienta se llama chopper. Sin embargo no es un chopper cualquiera. Acaba de aparecer en el yacimiento de Dmanisi y pertenece a un homínido nuevo, muy anterior al homo erectus. Es un individuo de hace la friolera de 1.700.000 años, de la misma época que el homo habilis, lo que significa que los primeros inmigrantes africanos de Europa datan de mucho antes de lo que se creía hasta ahora.

La emoción es fuerte. La piedra sólo puede agarrarse bien en una única posición y con la mano derecha. La imaginación vuela: voy por el río buscando una piedra que pueda agarrar con firmeza y ergonomía. ¡Ésta! Ahora la hago percutir con otra piedra. ¡Ya está! Ahora ya puedo partir huesos y alcanzar la médula de una deliciosa carroña. La emoción es fuerte. Veo el mundo como un pionero de la ultraprehistoria. Sólo resta inventar un dispositivo que permita al visitante agarrar el chopper a placer..., y hacerlo de manera que tal visitante no sea el último.

Se puede idear, por tanto, una exposición sólo de emociones fuertes.

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