"No soy quién para cambiar el club"
Mariano García Remón (Madrid, 1950) es el entrenador del Real Madrid desde hace cinco días. Exactamente, desde que su amigo y predecesor en el cargo, José Antonio Camacho, le propusiese como nuevo técnico de un equipo sobre el que se abren dilemas en cada partido. Para resolverlos, García Remón cuenta con los consejos de otro amigo, Vicente del Bosque, no menos famoso. Hoy, en San Mamés, él y sus jugadores se someterán ante el Athletic a un examen que medirá el alcance de la crisis que dejó a sus espaldas Camacho.
Pregunta. ¿Se siente extraño o como en casa?
Respuesta. Haber estado en el Madrid muchos años desde luego que ayuda. Ayuda haber estado dentro de este vestuario y sentido lo que los jugadores están sintiendo. Porque, de puertas del vestuario para dentro, el club nunca cambia. Allí siempre el Madrid ha tratado de tener las máximas figuras. Siempre ha estado lleno de cracks mediáticos. Lo que ha cambiado es lo de fuera: la popularidad que estos jugadores han adquirido y todo lo que se habla de ellos. Pero las personas sienten lo mismo. Yo he vivido las mismas sensaciones. Yo me he sentido un jugador importante en el Madrid y he tenido compañeros importantísimos. He convivido con Gento en su último año y con Amancio, Breitner, Stielike, Netzer, Hugo Sánchez... Eran lo mejor. Ahora es igual.
"No creo que este equipo pueda seguir ofreciendo el juego maravilloso de los últimos años"
"A la vista de la plantilla, el papel de Celades será importante. Y Raúl debe ser delantero-delantero"
P. ¿Ha hablado con Del Bosque estos días?
R. Claro que sí.
P. ¿Le molesta que le comparen con él?
R. Yo aspiro a hacer lo que hizo él. Pero ahora estamos entrando en una polémica sobre si el entrenador del Madrid tiene que ser muy blando o muy duro que yo creo que no es correcta. El entrenador del Madrid tiene que ser una persona sensata. Y a partir de la sensatez, trabajar.
P. ¿Le ha resultado útil hablar con él?
R. Para mí, es un ejemplo de cómo hay que afrontar la presión tremenda de este club. Luego, su etapa ha coincidido con grandísimos triunfos, cosa que cada vez es más difícil. No creo que este Madrid pueda seguir ofreciendo el fútbol tan maravilloso que ha hecho durante estos años. Se conjugaron una serie de fuerzas, de cosas. Ahora mismo, creo que nos va a costar mucho trabajo volver a lo que todo el mundo espera y quiere. Quiero que la gente lo entienda. Nuestro trabajo tiene que pasar por formar un bloque que trabaje, que luche. Como contra Osasuna.
P. ¿No es un poco arriesgado decir que el Madrid debe asumir un rol secundario?
R. Secundario sería no pelear por los títulos. Y yo creo que vamos a conseguir títulos porque este grupo está capacitado para eso. Y haremos grandes partidos. Pero a lo mejor este grupo no está capacitado para ganar tantos partidos con el tipo de juego que ha ofrecido desde hace cinco años. Ganar partidos así, despreocupando ciertas facetas defensivas, es difícil. Antes no era necesario atenderlas. Ahora, si no llegamos a ese nivel maravilloso, tendremos que pulir otros aspectos. Es como un sistema de vasos comunicantes. Tendremos que igualar los vasos para que el Madrid sea más compacto.
P. ¿Qué significa ser más compacto para usted?
R. Que haya más asociaciones, que miren más unos por otros... Antes, el Madrid libraba los partidos a la sola inspiración de un jugador. Ojalá siga funcionando así, pero esto cada vez es más difícil. Además, en la Liga española hay equipos como el Valencia y el Barça que han alcanzado un nivel tremendo.
P. ¿La defensa se quedará en Helguera y Samuel?
R. Ahora mismo es la que yo quiero.Con Celades en el medio centro. A la vista del último partido y a la vista de cómo tenemos estructurada la plantilla, el de Celades será un papel importante. En su puesto el recambio no se ve muy claro.
P. ¿Tiene pensado pedir algún jugador para enero?
R. No hemos hablado de esto con el club. Pero tengo claro lo que el equipo necesita: reforzarse con buenos jugadores.
P. ¿Tiene alguna fórmula para que Raúl recupere el acierto?
R. Raúl está haciendo muchos kilómetros por partido. Está ayudando al equipo a salir de situaciones difíciles con el balón controlado y está dispuesto a jugar donde el entrenador diga. Y vuelvo a lo de antes: no podemos seguir ofreciendo el fútbol que ofrecíamos. Pasan cosas que nos llevan a jugar más unidos y sin desarrollar el juego vistoso de otros años.
P. ¿Quiere decir que este Madrid no se puede dar el lujo de tener a Raúl exclusivamente pendiente del área contraria?
R. Al revés. La idea que le he comentado a Raúl es que juegue de delantero-delantero. Limitándole un poco el trabajo, porque es tan generoso en el esfuerzo que a veces trabaja demasiado. Yo le he dicho que en el fútbol los jugadores que más kilómetros hacen son los centrocampistas, no los delanteros. Tenemos los kilómetros de cada uno y no es normal que un delantero corra igual que un centrocampista.
P. Después del partido contra Osasuna, cuando habló de su trabajo, dijo que no iba a darse cabezazos contra la pared. ¿A qué se refirió?
R. Este club tiene unas características muy especiales. No es un club normal. La dimensión que ha alcanzado el Madrid se basa en unos fundamentos que yo no voy a repetir ahora. Todo el mundo sabe en qué se basa este club. Este club es grande por los resultados y el juego que ha tenido. Yo voy a intentar que siga funcionando de la misma manera. No me voy a chocar contra una pared porque a lo mejor es imposible traspasarla. Voy a intentar sacar el máximo rendimiento del grupo, del equipo, y del club. Desde mi modestia, yo no voy a intentar revolucionarlo todo.
P. ¿Cree que ése fue el error de Camacho?
R. En eso yo no puedo entrar. Yo lo único que puedo decir es que no tengo ni fuerzas ni soy quién para cambiar el club. Este club está estructurado así. Ha funcionado muy bien. Me limito a sacar el máximo rendimiento a los jugadores y al club tal y como está estructurado.
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