Erdogan viaja a Bruselas para rebajar la tensión con la UE

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, visita hoy Bruselas para intentar calmar las iras de la Comisión Europea y de la Eurocámara surgidas porque Ankara ha frenado en seco la reforma de su Código Penal, una de las condiciones exigidas para que el Ejecutivo comunitario aconseje el 6 de octubre abrir las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE. La Comisión confía en recibir hoy de Erdogan las explicaciones que reclamó la pasada semana en medio de una escalada de la tensión entre ambas partes a sólo dos semanas de que Bruselas emita se crucial veredicto.

La visita de Erdogan servirá "para aclarar la situación", opina el portavoz del alemán Gunter Verheugen, el comisario de la Ampliación, que el pasado sábado convocó de forma extraordinaria al embajador turco ante la UE, Oguz Demiralp, para exigirle una doble explicación: por qué las autoridades turcas han suspendido el debate sobre la reforma del Código Penal, que debe acomodarlo a los principios de la UE; y por qué desde el propio partido de Erdogan, el AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo), se pretendió incluir el adulterio como un delito castigado con pena de cárcel.

Erdogan se entrevistará esta misma mañana con Verheugen. "Es totalmente útil que este diálogo se produzca al más alto nivel, de forma que a nosotros nos permita concluir nuestro informe y nuestras recomendaciones el 6 de octubre", comentó el citado portavoz. En efecto, el comisario de la Ampliación será quien redacte el documento para señalar si Turquía cumple o no los requisitos políticos y económicos para comenzar las negociaciones, aunque la aprobación del informe al respecto corrresponda a todo el colegio de comisarios (hoy 30). Después, en diciembre, los jefes de Estado y Gobierno tendrán la última palabra.

"Nos gustaría saber cuál es ahora la previsión de los acontecimientos en Turquía o cuál es el calendario para el proceso de reformas", añadió el portavoz de Verheugen.

"Asuntos internos"

La tensión por lo ocurrido se incrementó cuando el propio Erdogan se quejó de que la UE se estaba inmiscuyendo en "asuntos internos" de Turquía, un comentario que fue respondido de inmediato desde la Comisión y desde el Parlamento Europeo. Fue precisamente la Eurocámara la que tomó la iniciativa de que Erdogan acudiera en estas fechas a Bruselas con el objeto de explicar a los líderes de todos los grupos parlamentarios las reformas que había hecho y preveía hacer Ankara para poder entrar en la UE, a cuyas puertas llamó por vez primera en 1963.

El conservador alemán Hans-Gert Poettering, líder del grupo del Partido Popular Europeo (PPE), el mayor en la Cámara (268 de 732 escaños), ya ha dicho que no es partidario de la entrada de Turquía en la Unión. El líder del segundo grupo, el socialista Martin Schultz, también alemán, dice que es partidario del ingreso, "pero no a cualquier precio". En la Comisión, el austriaco Franz Fischler y el holandés Fritz Bolkestein se han decantado en contra.