La directora de Prisiones califica de "catástrofe" para el sistema el aumento de 12.170 presos en casi cuatro años

Mercedes Gallizo, directora general de Prisiones, calificó ayer de "barbaridad" y "catástrofe" para el sistema penitenciario el que el número de presos en las cárceles haya pasado de los 39.169 que había en 2000 a los 51.339 (excluidos los internados en Cataluña, ya que la Generalitat tiene esta competencia transferida) de hoy día y que la cifra siga creciendo sin que haya perspectiva de que se construya una nueva cárcel antes de dos años.

"El incremento es del 31,59%, lo que es una barbaridad para cualquier sistema y, para uno como el nuestro, es casi una catástrofe", dijo Gallizo ante la Comisión de Justicia e Interior del Congreso.

Gallizo compareció para explicar las líneas generales de su departamento, pero antes ofreció una catarata de datos para explicar la "sobresaturación" de los centros con la que se encontró al tomar posesión de su cargo.

La directora dijo que hay 38.837 celdas disponibles para un total de 51.339 presos. De esta última cifra, 13.912 son extranjeros, lo que supone el 27,1% del total. El 60,4% de los reclusos son reincidentes.

La directora general comparó el incremento del 31,5% de la población penitenciaria, con el del número de funcionarios, que sólo ha crecido un 7% en los últimos cuatro años, y con las provisiones presupuestarias para alimentación de reclusos, estancadas desde el 1 de enero de 2001.

Para paliar esta situación, está prevista la construcción de siete cárceles, cuatro de las cuales ya fueron planeadas por el anterior Ejecutivo, aunque, como recordó Gallizo, "no hay ni una piedra puesta". La directora general rechazó las afirmaciones de la portavoz del PP, Alicia Sánchez Camacho, quien calificó de "alarmista y catastrofista" la panorámica ofrecida por Gallizo.

La diputada popular argumentó que el Gobierno de José María Aznar "construyó en ocho años 13 cárceles con 14.000 plazas". Convino Gallizo en que así había sido, pero agregó que todas esas cárceles estaban en construcción o en proyecto en 1996, cuando el PP llegó al poder. "Además, ustedes dijeron que el número de presos iba a ir a la baja y que iba a disminuir la duración de las condenas, pero luego ha ocurrido exactamente lo contrario", replicó Gallizo.