Un hombre juzgado por estrangular a su pareja alega que sólo intentaba callarla
Francisco R. L., acusado de estrangular en Linares (Jaén) a Elena Martelo, de 28 años de edad, el 15 de marzo de 2003, negó ayer ante un tribunal con jurado en la Audiencia de Jaén que el suceso fuera premeditado. A preguntas de la fiscal, el acusado alegó que tapó la boca de la víctima con una mano para que no le insultara y apretó el cuello con la otra. Dijo que intentó reanimar a la víctima y que, instantes después, quiso suicidarse en un olivar de Guarromán con el cable de la plancha de la casa. Francisco R. L. achacó las frecuentes discusiones en la pareja a que la víctima le llamaba "gandul", "vago" e "inútil" porque no tenía trabajo.
El acusado, que se encuentra en prisión desde que se entregó a la Guardia Civil tres días después de que apareciera el cuerpo sin vida de su ex pareja, se enfrenta a una petición de penas que oscilan entre los 18 años de cárcel que solicita la Fiscalía hasta los 25 años que reclama la acusación particular y la acusación popular, representada por el Ayuntamiento de Linares.
Los letrados de la acusación han tipificado los hechos como asesinato al entender que existe la agravante de premeditación y ensañamiento, pues entienden que el acusado apretó el cuello a la víctima durante al menos cuatro o cinco minutos hasta matarla.
El acusado, que estaba separado de un matrimonio anterior, conoció a Elena Martelo en una discoteca y se entabló una convivencia que se prolongó durante tres años y de la que nació un hijo, que ahora tiene tres años. La relación se truncó un mes antes de la muerte de la mujer y el acusado se marchó a vivir a Villacarrillo, de donde es su familia.
Sin embargo, según dijo, acudía todos los fines de semana a visitar a su hijo. La noche en la que se produjo el trágico desenlace se quedó a dormir en la casa de Elena Martelo a petición de ésta.
A preguntas de la fiscal, negó que los celos estuvieran detrás del crimen y que conociera que su ex pareja, que trabajaba en un medio de comunicación local, hubiera iniciado otra relación sentimental. El letrado de la defensa califica los hechos como homicidio doloso, con los eximentes de arrebato y obcecación, y pide para su cliente cuatro años de prisión.
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