Peugeot 407

Moderno, elegante y aerodinámico. El 407 tiene una línea afilada y vanguardista con mucha personalidad. Destaca el diseño alargado y agresivo del frontal, que recuerda a un tiburón; los trazos suaves y descendentes del techo, y la zaga recortada. Tiene una imagen deportiva inspirada en los cupés.

Conducción: 47 puntos (1º).

El Peugeot es más cómodo y agradable de conducir. Tiene un tacto más suave y preciso que permite disfrutar unas suspensiones mejor equilibradas y una calidad de conducción superior. Sin embargo, el nuevo motor 2.0 16v. HDi rinde 136 CV, 14 menos que su rival, y se nota en las prestaciones. Mueve bien el peso, pero no acelera ni adelanta con tanto brío como el Opel y la velocidad máxima también es inferior. Sin embargo, aporta un funcionamiento muy correcto porque responde con suavidad desde 1.500 vueltas, lo que le permite desenvolverse bien en ciudad. Después empuja con fuerza hasta las 3.000 vueltas, aunque a partir de ahí pierde nervio y es menos brillante que el Vectra. Y cuenta también con un cambio de seis marchas muy bien escalonado que permite viajar a ritmos altos con gran desahogo.

El 407 tiene una estabilidad mejor, con unas reacciones más precisas y equilibradas en todos los trazados y un mayor aplomo en zonas rápidas. Se conduce fácilmente, balancea lo justo y obedece con exactitud al volante en las curvas. Y aunque los frenos responden como los del Opel y paran muy bien, el conjunto transmite más sensación de calidad y seguridad al conductor.

Vida a bordo: 45 puntos (1º).

El diseño interior es más vistoso y sugerente, con formas suaves y un ambiente más elegante y acogedor. La posición adelantada del parabrisas aumenta la sensación de desahogo en las plazas delanteras, que son más amplias. En cambio, las traseras tienen menos espacio para las piernas y resultan algo justas, al menos para el tamaño del coche. Con el maletero sucede lo mismo, porque es más pequeño y, aunque se puede ampliar abatiendo los respaldos de atrás, tiene una boca de acceso más alta que exige más esfuerzo al cargar. Por lo demás, el Peugeot ofrece más huecos para objetos, con una guantera grande y refrigerada, un cofre a la izquierda del volante, bolsas en las cuatro puertas y los respaldos, apoyabrazos central hueco con un posavasos delante, y otro apoyabrazos atrás con dos posavasos más y guantera integrada.

El 407 está también mejor acabado, con un diseño de trazos suaves y armónicos que resulta más cálido y moderno. Utiliza materiales atractivos, plásticos mullidos y detalles metalizados que realzan el conjunto sin recargarlo. Y como tiene también una posición de conducción más deportiva, una mecánica algo más silenciosa, y sobre todo unas suspensiones y asientos más cómodos y envolventes que filtran mejor los baches, es el más confortable y apropiado para viajar.

Seguridad: 17 puntos (1º).

Incluye de serie siete airbags (lleva uno más de rodilla en la columna de dirección) y el resto es igual que su rival: ABS, control de estabilidad ESP, reposacabezas delanteros activos y control de presión de ruedas. Pero tiene un comportamiento dinámico más equilibrado y es más fácil de conducir.

Economía: 27 puntos (1º).

El 407 2.0 HDi cuesta 24.250 euros, 3.000 menos que el Opel, e impone su mejor precio ofreciendo un equipo de serie similar. Aparte de los elementos de seguridad, incluye climatizador, ordenador de viaje, radio-CD, sensores de lluvia y faros, cuatro elevalunas eléctricos y todo lo habitual.

En cambio, el Peugeot ha gastado casi un litro más que el Opel en la prueba, aunque aun así las cifras son comedidas: siete litros a ritmos tranquilos y alrededor de nueve en ciudad y conducción rápida.