El PP pide en el Congreso que Zapatero comparezca en la comisión del 11-M

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, podría poner el broche de cierre como último compareciente en la comisión del 11-M. Él mostró ayer su disposición y, casi inmediatamente, el PP transformó su amenaza verbal de citarle en respuesta a que se rechacen sus solicitudes de comparecencias en una petición formal por escrito. El presidente dijo que no tiene "ningún inconveniente" y que "siempre" ha estado y estará "a disposición del Parlamento". El PP le insta a hacer "honor a la palabra dada" por la vía de no utilizar la mayoría socialista para impedir su declaración.

El presidente Zapatero respondió a los periodistas poco antes de participar en un almuerzo-conferencia organizado por el diario Abc y el BBVA. Declaró que no tiene "ningún inconveniente" en comparecer ante la comisión de investigación parlamentaria del 11-M si así lo pide el Parlamento. Le preguntaron en qué se traducirá esa "disposición", y el presidente precisó que hay dos "cuestiones esenciales" que deben ser tratadas, a su juicio, en la comisión: "El derecho de las víctimas del brutal atentado a conocer lo que sucedió" y "hacer todo lo posible para que no se vuelva a repetir esa tragedia". Con ese doble eje, Zapatero sentenció: "Estoy dispuesto a servir a esos dos objetivos con toda mi fuerza y toda mi convicción. Siempre he estado y estaré a disposición del Parlamento".

Esta respuesta del presidente -que ya había sido avanzada, con menor detalle, por la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros- tuvo su réplica instantánea en San Millán de la Cogolla (La Rioja), donde la dirección del PP mantenía una reunión con sus líderes autonómicos. Eduardo Zaplana, portavoz del PP en el Congreso, reclamó al presidente que "haga honor a su palabra y no actúe como siempre". Según el PP, lo que "siempre" hace Zapatero es "decir una cosa y hacer justo la contraria".

Del amago al escrito

Zaplana recordó que el pasado miércoles, en la reunión de la comisión de investigación para fijar su plan de trabajo para este otoño, el PP pidió que se votara la comparecencia del presidente del Gobierno "y el PSOE se opuso incluso a que se tomara en consideración esa solicitud" pues no había sido presentada por escrito. De hecho, el PP comenzó a amagar con la amenaza de llamar a Zapatero el lunes, justo después de que el presidente declarase que él era "partidario" de que su antecesor en el cargo, José María Aznar, preste declaración ante la comisión.

Mariano Rajoy dijo ese lunes que él creía que tanto Aznar como Zapatero tenían "cosas que aportar" a la investigación parlamentaria. Y dejó caer que si los votos de la mayoría -es decir, el PP y los grupos minoritarios- vetaban otra vez sus reclamaciones, pedirían que fuese el presidente Zapatero. El martes, el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, restó relevancia a esa amenaza, que el miércoles su grupo convirtió en una reclamación a viva voz en la comisión después de votar la citación de Aznar y ver cómo se rechazaban sus pretensiones. Y ayer tarde, el escrito de solicitud de comparecencia de Zapatero que presentó el PP se apoya en las declaraciones del presidente.

La vicepresidenta Fernández de la Vega, mientras, insistió en que el objetivo prioritario de la comisión deben ser las víctimas y exigió que las conclusiones sirvan para "mejorar la lucha contra el terrorismo internacional y evitar nuevas acciones violentas". Fernández de la Vega anunció que el jueves por la noche llegó a manos del Gobierno la petición de envío de 96 documentos cuya reclamación fue aprobada por la comisión de investigación el miércoles. Garantizó que todas las peticiones cursadas serán "puntualmente estudiadas" por el Gobierno, con el objetivo de colaborar con la comisión.