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Crítica:EL LIBRO DE LA SEMANA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

¿Por qué el mar es salado?

El título es ambicioso, pero el resultado no defrauda. Una historia de casi todo, por breve que sea, exige pasar revista a tantos acontecimientos, desde la Gran Explosión (¡bien por la traducción!) hasta la sexta extinción, es decir, desde el comienzo de todo, del espacio y del tiempo, hasta el presente, que podría resultar tediosa: sin embargo, pese a tan largo temario, el libro no es en absoluto pesado. Desde la aparición de las primeras partículas hasta la desaparición de especies a manos humanas que caracteriza el tiempo actual en nuestro planeta, Bryson nos los cuenta (casi) todo, siempre con rigor y con amenidad.

Bill Bryson, escritor y periodista especializado en libros de viajes, emprende una excursión al apasionante país de la ciencia, al lugar donde se conoce la aventura de la vida y sus intríngulis. En su exploración descubre el tiempo, el espacio, la vida y los detalles que unen estos tres elementos básicos. Y descubre cómo hemos conquistado ese conocimiento, igual que los humanos conquistamos la cumbre del Everest o el Polo Sur. Nos cuenta los hechos, pero también, y sobre todo, cómo se conocieron esos hechos, su significación y sus implicaciones.

UNA BREVE HISTORIA DE CASI TODO

Bill Bryson

Traducción de José M. Álvarez

RBA. Barcelona, 2004

512 páginas. 25 euros

Más información
Un compendio de la divulgación

Este libro, que ganó el premio Avetis para libros científicos en 2004, fue escrito, como tantos otros buenos libros, para que el autor se explicara a sí mismo algunas cosas que no sabía, como "por qué los mares son salados, pero los grandes lagos no. No tenía ni la más remota idea. No sabía si los mares estaban haciéndose más salados con el tiempo o menos. Ni si los niveles de salinidad del mar eran algo por lo que debía interesarme o no. (Me complace mucho decirte que, hasta finales de la década de los setenta, tampoco los científicos conocían las respuestas a estas preguntas, se limitaban a no hablar de ello en voz muy alta)".

Así, con la curiosidad del viajero

y las armas del periodista, Bill Bryson decidió dedicar "una parte de mi vida (tres años, al final) a leer libros y revistas y a buscar especialistas piadosos y pacientes, dispuestos a contestar a un montón de preguntas extraordinariamente tontas". Para contestar a todas ellas, el autor ha necesitado medio centenar de páginas que se leen con extraordinario placer.

De la construcción del universo y el sistema solar, el principio de todo, incluso del tiempo, el autor sigue el camino cronológico que le permite explicarlo todo. Einstein, los quarks, el mar, las células y la singular idea de Darwin, los temas que Bryson va contando se engarzan unos con otros y todos ellos con nosotros y con el presente. Si, por ejemplo, habla de microorganismos, qué son y qué hacen, establece relaciones entre la gripe del 18 y el VIH, narra el descubrimiento de este microcosmos, sus características y cómo nos influye hoy; si de las grandes y sangrientas batallas científicas, nos cuenta la lucha entre gradualismo (al que el traductor llama uniformitarianismo en vez de uniformismo) y catastrofismo, la explicación geológica de la formación de la Tierra, y cuenta allí los problemas de vista de Charles Lyell y su contribución a la geología "casi imposible de exagerar".

Así pues, además de contar cómo son las cosas, o, mejor, cómo las explican los científicos, Bryson cuenta cómo se hicieron los descubrimientos, cómo fue posible el trabajo de quienes los llevaron a cabo y, con mucha frecuencia, sazona el texto con anécdotas de la vida privada que ayudan a entender el proceso mediante el cual los seres humanos hemos ido conociendo lo que nos rodea y hemos aprendido a explicarnos su funcionamiento. Las descripciones de los protagonistas, lejos del envaramiento hagiográfico habitual, nos muestran a las personas que están detrás de las ideas y de los hechos tal y como parece que eran, no tal y como deberían haber sido si es que fueron tan listos/influyentes/importantes.

"Es una idea inquietante que podamos ser el máximo logro del universo viviente y a la vez su peor pesadilla", dice el autor en una reflexión final. La máquina capaz de comprender a todas las demás, a todo lo demás (o capaz de intentar comprenderlo, que hay muchas cosas que aún no sabemos), está siendo la causa de cambios drásticos en su entorno. Quizá, si se ve desde fuera, no somos sino otro elemento más de la naturaleza (¿o no es natural nuestra inteligencia?) haciendo lo que sabe hacer, así que, con una perspectiva global, tampoco es tan importante lo que nos pase, excepto para nosotros mismos. Es probable que dentro de un millón de años (y el mundo lleva ya rodando 4.600) nosotros no estemos aquí, pero entonces este libro lo escribirán las cucarachas. O nadie, pero ni el mundo ni el universo nos echará de menos.

Simulación del Big Bang mediante una colisión controlada en el laboratorio.
Simulación del Big Bang mediante una colisión controlada en el laboratorio.

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