El PCE pretende que su fiesta anual sea la prueba de su fuerza dentro de IU

La fiesta anual del Partido Comunista de España, que se celebra ininterrumpidamente en Madrid desde su legalización, en 1977, siempre ha servido para tres cosas: financiar el partido -es el acto recaudatorio más importante del año-, animar a la militancia y demostrar la fuerza de esta formación. En plena crisis de IU, que enfrenta al secretario general del PCE, Francisco Frutos, con el coordinador general, Gaspar Llamazares, la fiesta, que comienza hoy, marca el pistoletazo de salida de la batalla por el poder en la federación.

En la vertiente lúdica, la fiesta tiene este año un atractivo especial: Silvio Rodríguez, el cantautor cubano que siempre se ha declarado comunista y ha apoyado el régimen de Fidel Castro, vuelve a España después de cinco años y cierra su gira con una actuación hoy a las 23.00 en la Casa de Campo madrileña, donde se celebra tradicionalmente este encuentro.

Mañana estarán otros dos clásicos, Víctor Manuel y Ana Belén, que ya estuvieron en la primera fiesta, en Torrelodones, en 1977, que juntó bajo la lluvia a 300.000 personas. El atasco fue tan descomunal que Santiago Carrillo, entonces secretario general, tuvo que llegar en un helicóptero prestado para la ocasión. Las fiestas no son ahora tan multitudinarias -las previsiones más optimistas hablan de 150.000 personas-.

En el apartado político, el encuentro tiene un significado distinto. La actual cúpula del PCE no oculta su enfrentamiento con Gaspar Llamazares, a quien aspira a derrocar. Hasta el punto de que el coordinador general de IU, la marca con la que el PCE se presenta a las elecciones y está representado en las instituciones, no estará en ninguno de los múltiples actos políticos y conferencias que se realizarán en los tres días que dura la fiesta. Acudirá al recinto, pero como militante de base, sin protagonismo.

Frutos realizará el sábado, en el discurso central del año, un alegato a favor del pasado del PCE, recordando a comunistas relevantes fallecidos este año -Juana Doña, Dulce Chacón, Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Gades-, y a las víctimas del 11-M. Y no entrará abiertamente a criticar a Llamazares, aunque en una reciente entrevista señalaba que IU se está comportando como "un pequeño sindicato de intereses particulares".

Frutos contará este año con la presencia de Fausto Bertinotti, el líder de la italiana Rifondazione Comunista. La alianza entre estos dos dirigentes tiene cada vez mayor intensidad. En las últimas elecciones europeas, Frutos se fue a cerrar la campaña en Italia junto a Bertinotti. Ambos analizarán el estado actual y proyección futura de las izquierdas, en uno de los 21 debates y mesas redondas en torno a asuntos como la Constitución europea, Cuba, Palestina, o el problema de la vivienda. Frutos defiende la izquierda europea de Bertinotti, que coloca como referencia principal el comunismo, frente a la nueva IU que promueve el sector de Llamazares, más volcada hacia el ecosocialismo que ha defendido con éxito electoral hasta ahora Iniciativa per Catalunya.

Precisamente ayer, la presidencia de Izquierda Unida aprobó los primeros documentos políticos y de organización de la Asamblea Extraordinaria que tendrá lugar en noviembre y en la que Llamazares opta a la reelección. No hubo votos en contra, sólo una decena de abstenciones.

Otro personaje que, tras un fuerte enfrentamiento con Frutos, recuperará protagonismo en esta fiesta del PCE es el ex coordinador general Julio Anguita, que participará en dos debates. Fue él quien auspició la candidatura de Llamazares en 2000, pero ahora se ha distanciado precisamente por las veleidades ecosocialistas del actual coordinador y sus pactos con el PSOE sin que exista un acuerdo programático previo.