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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Funcionarios docentes y directivos

Desde hace varios días aparecen informaciones sobre distintos aspectos de la educación (número de profesores, número de alumnos matriculados en Primaria y Secundaria, empresas que realizarán el transporte escolar...) que aportan a la opinión pública un buen conocimiento de la realidad escolar para el inicio del curso 2004/2005.

Pero también conviene que se conozcan otros datos para que la información educativa no sea parcial, no tenga recovecos y sea completa.

Como, por ejemplo, a la hora de elaborar el cupo de profesores de un centro se realice mediante un sistema o programa informático hipermoderno, pero impersonal y aséptico, y que, a veces, cuando el cálculo se desvía unas centésimas arriba o abajo, el centro se queda sin la asignación de un profesor, cerrándose cualquier posibilidad de negociación, diálogo o transacción con la consejería, aun aportando datos reales y fiables del propio centro para no perder el citado profesor y ofrecer a los usuarios del sistema público de enseñanza una oferta y una organización de más calidad en la educación de sus hijos.

O como, por ejemplo, que desde el mes de noviembre, en que se firmó un acuerdo retributivo sobre el aumento en un componente del complemento específico (sexenios) para todos los funcionarios docentes andaluces, todavía estemos a la espera de que se nos haga efectivo ese concepto.

Parece ser que las razones aducidas no son de orden presupuestario, sino de la coyuntura electoral que hemos atravesado en este primer semestre del año (elecciones autonómicas y europeas). Estos procesos paralizan, detienen, suspenden y dejan en estado catatónico cualquier actuación del Ejecutivo que no esté relacionada con el proceso electoral. De igual forma, los nombramientos de nuevos cargos en las distintas consejerías suponen un esfuerzo burocrático que impide proceder al desembolso retributivo por parte de la Administración andaluza y educativa. Y menos mal que este año ha sido un buen año de lluvias, si no otro motivo hubiese sido "la pertinaz sequía", que sirve como alegoría o símbolo para destacar la que los funcionarios docentes sufrimos y padecemos: una intolerable sequía retributiva desde noviembre.

O como, por ejemplo, reseñar que a partir del mismísimo mes de julio, y a pesar de que algunos docentes habíamos sido propuestos y designados para ejercer la responsabilidad en la dirección de los centros, se nos retiró de inmediato de la nómina el complemento específico que tiene asignado el cargo. Eso sí, durante todo el mes de julio hemos tenido que estar "al pie del cañón": asistencia a reuniones en la delegación, permanencia diaria, atendiendo consultas y elaborando informes en los centros...

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Estos aspectos domésticos, banales, a lo mejor, para algunos, intrascendentes, deben ser también conocidos por la opinión pública, al igual que los que están apareciendo, tan grandilocuentes, llenos de cifras, de datos, de números y que dejan atónitos y perplejos a los lectores, al igual que las palabras latinas del sacristán Pedro Gailo en la tragicomedia de Valle-Inclán Divinas palabras dejaron sin aliento a todos sus feligreses.

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