Un programa de la UB reduce la ansiedad ante los exámenes

Estos días, muchos estudiantes universitarios vuelven a las aulas para examinarse de las asignaturas que les quedaron pendientes en junio. Pero algunos no podrán enfrentrarse a la situación.

Cristina Carvallo, psicóloga del equipo de investigación de aplicaciones de la realidad virtual en psicología clínica de la Universidad de Barcelona (UB), justifica la renuncia: "Su nivel de ansiedad es tan fuerte que optan por ni siquiera presentarse; o acuden pero se quedan en blanco". Entre el 15% y el 25% de los universitarios sufren de ansiedad.

El equipo de psicólogos de la UB ha creado una herramienta virtual, según ellos "pionera en el mundo", para lograr disminuir el estado de ansiedad ante los temidos exámenes.

Un total de 230 estudiantes, de entre 18 y 40 años, han sido expuestos a tres entornos virtuales: una casa, para afrontar la ansiedad del día anterior al examen; el metro, para vivir el trayecto hasta la Universidad, y la Universidad donde se examinan.

En la reproducción de los entornos, los estudiantes pueden, por ejemplo, repasar los apuntes la noche anterior, oír el despertador, desayunar, esperar el metro, oír a otros estudiantes, y, una vez en el aula, escuchar al profesor dar las explicaciones sobre la prueba.

La experiencia obligó a algunos cambios en los entornos. Por ejemplo, un chico, después de desayunar, se fue a lavar los platos, elemento que no estaba previsto como interactivo.

La mayoría de los estudiantes, explica el psicólogo Iván Alsina, "han vivido muy realmente tanto las situaciones previas al examen como la prueba misma, y han reducido su ansiedad hasta un nivel aceptable".

Situaciones de ansiedad

El procedimiento del programa es el siguiente: cada alumno es expuesto a los entornos tantas veces como sea necesario, que, como media, son siete. Cuando la ansiedad empieza a bajar, se les pide que vuelvan a hacer todo el recorrido virtual pero, esta vez, con entornos más difíciles. Las dificultades añadidas son, por ejemplo, encontrarse con un temario más complicado, que no suene el despertador o que el metro se quede parado entre dos estaciones unos minutos.

Alsina y Carvallo afirman que el tratamiento por realidad virtual para combatir la ansiedad frente a los exámenes es, por lo menos, tan eficiente como otros tipos de terapias, pero que cuenta con ventajas. La técnica no presenta las dificultades de la exposición en vivo (que consiste en ir acercando poco a poco al paciente a la situación real que le da miedo) y tiene mayor grado de realismo e inmersión que la exposición imaginaria.

La terapia ofrece un mayor grado de privacidad que otros tratamientos, su coste es menor y la pueden llevar a cabo personas con poca capacidad de imaginación. Además, los investigadores pueden controlar todas las variables y adecuarlas en función de las necesidades de cada sujeto. El examen tendrá mayor o menor dificultad o el metro tardará más o menos.

"Todos han mostrado en los entornos difíciles niveles de ansiedad muy bajos, como si hubiesen generalizado el aprendizaje adquirido durante las primeras exposiciones a los entornos". Resultado: la gran mayoría de los alumnos que han participado en el programa se presentaron a sus exámenes.

UB: www.ub.es/personal/rv/rv1.htm