La vicepresidenta fija para enero el inicio de la reforma constitucional
Las reformas constitucionales limitadas que quiere emprender el Gobierno entrarán en su "primera fase" a partir del mes de enero, después de que se haya modificado la ley que regula el Consejo de Estado y este órgano ejerza nuevas funciones para intervenir en esas reformas. Así lo anunció ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en una reunión ante el Grupo Parlamentario Socialista, al que informó de los planes del Gobierno cuya plasmación y desarrollo compete a los diputados y senadores socialistas.
La concreción, no obstante, de las reformas constitucionales no se verán hasta pasados los primeros seis meses de 2005 y sus límites serán "el respeto a la Constitución, a la cohesión territorial, la solidaridad y el consenso".
La reforma del Senado, la igualdad de sexos en los derechos a la sucesión de la Corona, la inclusión de los nombres de las comunidades autónomas en la Constitución y la referencia a la Constitución europea son las modificaciones a las que se quiere atener el Gobierno.
Un grupo de leyes que afectan a "derechos civiles" forman otro bloque legislativo que Fernández de la Vega anunció. Se refería al matrimonio entre homosexuales o a los cambios en la ley del divorcio. En este contexto citó propuestas de política social, como un hilo conductor de toda la legislatura que se apreciará en los próximos Presupuestos del Estado.
"Este es un Gobierno estable que cuenta con apoyo de una amplia mayoría parlamentaria conseguida y mantenida día a día con vuestro trabajo político", dijo a los diputados. Eso sí, Fernández de la Vega precisó que las reformas se harán "de manera gradual" y que los cambios se producirán, pero todos no pueden hacerse a la vez.
Debate a puerta cerrada
Tras una primera intervención de la vicepresidenta comenzó un debate a puerta cerrada en el que algunos diputados pidieron que se hiciera un esfuerzo de "coordinación" para no dar imagen de división. Se citaron los anuncios fallidos desde Cultura y Educación, como ejemplos. Hubo menciones a la política del agua y cierto enfrentamiento, aunque indirecto, entre dos diputadas. Por un lado, María Antonia Martínez, de Murcia, recordó la necesidad de agua de su región y citó el agua del Tajo como una solución. La diputada socialista por Ciudad Real, Clementina Díez de Baldeón, rechazó esa tesis e hizo un recordatorio de las necesidades de agua que tienen muchas zonas de Castilla-La Mancha. "Nos oponemos al trasvase del Tajo por las mismas razones que nos hemos opuestos al del Ebro", dijo Díez de Baldeón.
De la solución para los astilleros de Izar hablaron varios diputados. Las diputadas por Cádiz recordaron que no se olvidara la situación de los astilleros en San Fernando.
Diputados y senadores votaron respectivamente a sus dirigentes, tal y como marcan sus normas al principio de cada período de sesiones. Alfredo Pérez Rubalcaba en el Congreso y Joan Lerma en el Senado.
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