Pásalo: becarios a la calle
Los que nos dedicamos a este mundo todavía tenemos muy presente las declaraciones que el secretario de Estado de Universidades e Investigación, Salvador Ordóñez, realizó a finales de este junio. Momentos antes de inaugurar el curso de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Ordóñez aseguró que uno de los objetivos del Gobierno consistiría en dignificar la docencia y la investigación. Para ello, especificó, se podrían en marcha una serie de medidas destinadas a la mejora de las condiciones de los becarios (como el alta en la Seguridad Social durante los dos primeros años de beca y la posibilidad de contrato laboral en los dos últimos).
Creemos que el señor Ordóñez ha olvidado sus promesas, a no ser que para él la nueva convocatoria de las becas del programa de Formación de Personal Universitario (BOE número 207, del 27 de agosto de 2004) sea su incomprensible forma de llevarlas a cabo.
La convocatoria no sólo se ha visto reducida en diferentes puntos, sino que anula la posibilidad de renovación de un número elevado de casos (por el efecto retroactivo de sus requisitos). El colectivo de becarios no damos crédito a esta "feliz resolución veraniega" que va a truncar el futuro de las numerosas investigaciones ya iniciadas. Hagamos algo. Por lo menos que se nos oiga.
