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Reportaje:

Castellón ruge con las Harley Davidson

La reunión anual de motoristas se ha convertido ya en un encuentro clásico en la capital de La Plana

María Fabra

El segundo fin de semana de septiembre tiene en Castellón un sonido especial. Nadie, o muy pocos, de quienes viven en la capital de La Plana desconoce la relación entre ese sonido y la máquina que lo emite. La ciudad y su costa rugen. Desde hace más de veinte años, Castellón es sede de una de las mayores concentraciones de moteros. Para muchos, la más divertida. Es la reunión de motos Harley Davidson que, este año, concentra más de 4.000 ruedas.

Aunque no igual de llamativos que las motos, sus conductores son otro de los grandes reclamos para el público. Enfundados en cuero, llenos de tatuajes, con caras de "malo", la mayoría de ellos son, sin embargo, "rebeldes de fin de semana", unidos por una pasión que se refleja en lo que conducen y cómo lo hacen. Son observados, de arriba abajo, y les gusta. Pero entre ellos, cuando se cruzan, no se miran a la cara sino que radiografían las máquinas.

La mayoría de ellos son, sin embargo, "rebeldes de fin de semana"

El primer grupo de moteros que se reunió en 1983 logró, al año siguiente, reunir veinte máquinas. Después, cuarenta. Cuatro años más tarde, doscientas. Ayer, con la inscripción todavía abierta, eran más de 1.600 las Harleys inscritas, sin contar con aquellos que van a pasar únicamente un día, ni los visitantes, ni los amigos con máquinas de otras marcas.

Pero la reunión es mucho más que eso. Desde el martes se están celebrando fiestas, aunque el punto álgido se encuentra en el fin de semana. Uno de los momentos preferidos de los concentrados se produjo la tarde de ayer, con el bike show, una espectacular exhibición de motos preparadas para ser enseñadas, admiradas y donde, según dicen, que se ven auténticas bellezas. Además, hay conciertos, juegos y paseos. Cenan toro, comen paella y, sobre todo, se divierten. "Buen rollo" es lo que piden y emanan estos moteros, tal y como señala Tono Gómez, el presidente del Big Twin Club, el club anfitrión.

Hoy, los hombres y mujeres Harley se dejarán ver, en grupo, por Castellón, por la costa y por los municipios de alrededor. Mañana, la ciudad dejará de rugir.

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