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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

En memoria de Guillermo Vázquez Álvarez

Francisca Sauquillo

En tu memoria, Guillermo... que es la nuestra

Si algo, en efecto, permite definir o describir en lo esencial al Guillermo que conocimos, es la conjunción inseparable de esas dos escuetas palabras: abogado laboralista.

Fueron -fuimos- los "laboralistas" un sector de las jóvenes generaciones que iniciaron su andadura profesional y vital a fines de los años sesenta con, al menos, dos acusadísimas -por firmes- características ideológicas: nuestro rechazo absoluto a la dictadura franquista, pese a nuestra mayoritariamente burguesa extracción social, y la convicción absoluta de que ningún otro sentido tenía nuestra profesión -y, más aún, nuestras capacidades generales- que su puesta al servicio de las clases sociales explotadas y oprimidas injustamente por el franquismo, principalmente la obrera, a las que había que conseguir entregar las riendas del Estado; es decir: aunar el derrocamiento del fascismo con la revolución social en nuestro país, iniciada y frustrada con la Segunda República.

Entendemos que poca gente hoy, y menos las jóvenes generaciones, agradece suficientemente el esfuerzo y la generosidad que sectores obreros, populares y profesionales antifranquistas como el nuestro desplegaron en esta tarea, que culminó con el triunfo parcial -pero importantísimo- del destrozo y finiquito del atado régimen que nos dejó Franco, triunfo que cortesan@s, historiadores de medio pelo y simples arribistas otorgan exclusivamente al Rey, a Suárez y a otros personajes del momento. Pero nos costó sudor y lágrimas, y si no que se lo pregunten a Enrique Ruano, a Pedro Patiño, a Mari Luz Nájera, a los abogados de Atocha y a tantos otros encarcelados y asesinados por el franquismo.

Fue legendaria entre nosotros la indomable fuerza de voluntad que desplegó Guillermo para controlar y hasta superar su severa discapacidad física, que supo encauzar tanto hacia una inquebrantable coherencia entre sus ideas y sus prácticas vitales como a aplicar un profundo rigor al estudio de los innumerables asuntos jurídico-laborales que se le fueron confiando hasta el final, lo que, unido a su capacidad, le hizo pronto un reconocido especialista en la materia. Reconocimos también en él una insólita delicadeza en la atención personal a sus trabajadores-clientes, al cuidado de cuyas necesidades siempre dedicó lo mejor de sí mismo.

Es probable que los grandes medios de comunicación de masas jamás pongan su interesada atención en su nombre; pero miles de trabajadores madrileños y tus amigos nos acordaremos siempre de ti.-

Guillermo Vázquez falleció el pasado día 21 de agosto de 2004 a los 58 años.

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