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Columna
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Réquiem

José Luis Ferris

Hoy comienza el curso en todas las escuelas. En Beslán se cavan fosas sobre el páramo, junto al cementerio, bajo una lluvia que arrecia sin piedad y crepita encima del silencio. El golpe seco de las palas estremece la tierra. Más de cien mil civiles recorren la Plaza Roja de Moscú con el terror a cuestas. La escuela Número Uno se puebla de coronas, de flores que agonizan entre muros calcinados. El Kremlin mira al cielo. Atrás, más atrás de la tragedia, antes del asalto y las detonaciones, un comando suicida se atrinchera entre cientos de niños. Alguien grita independencia, alguien pide la retirada urgente de las tropas rusas de Chechenia, la liberación de los rebeldes. El Kremlin dispensa federales mientras las milicias populares de Beslán se nutren de fusiles. Los presidentes de Osetia del Norte y de Ingushetia no acuden a la cita. Se buscan estrategias. El calor sacude las gargantas, la fiebre se apodera de las frentes minúsculas. El miedo es puntual, la incertidumbre se agazapa junto a las fuerzas rusas. Ondea en el vacío el milagro improbable de las negociaciones. Los socorristas entran en la escuela con las manos alzadas. Hay puertas de silencio, de gemido blindado. Tensa el aire su cúpula de goma, su palio tibio de placenta extendida. La vida se detiene. Se desactiva el mecanismo de las respiraciones. Nada más sobre el mundo y, de repente, de súbito y sin más, un disparo perdido, el helado zumbido de una bala, un estallido solo precipita el desastre. Milicianos de Osetia, federales y terroristas chechenos, árabes, ingushes ocultos entre niños detonan la masacre. 300 escolares perecen bajo el fuego cruzado. No hay bálsamo que aplaque la metralla, los truenos homicidas.

Del Pacífico al Báltico, de Vladivostok a Kaliningrado, ríos de duelo ennegrecen la tierra. En Beslán, paladas de dolor cavan en el fango centenares de fosas, tumbas a medida de toda la inocencia. Por el Gran Puente de Moskvorechie circulan banderas que maldicen a su paso. Más allá de todo, sobre la vida que aún nos pertenece, aquí, a nuestro lado, el curso comienza en todas las escuelas.

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