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ESPACIO

El satélite 'Amazonas' llevará Internet rápido a lugares sin él

El 'Amerhis' es un módulo de comunicaciones desarrollado por Alcatel Espacio, que gestionará el 10% de las comunicaciones del satélite

Decenas de satélites orbitando a miles de kilómetros llevan en sus tripas componentes salidos en los últimos 16 años de un centro a unos kilómetros de Madrid, la sede que Alcatel Espacio tiene en Tres Cantos. Los ingenieros se inclinan con mimo sobre sensibles piezas en las salas limpias del complejo. A ojos de un profano el ambiente parece más el de un taller artesanal que lo que alguien imagina en un centro de altos componentes electrónicos.

Los últimos componentes del centro han sido acoplados en el Amazonas, satélite de la compañía española Hispasat que a principios de agosto ocupaba su posición a 36.000 kilómetros de la Tierra, en una órbita geoestacionaria a 61 grados oeste sobre el cielo de Brasil.

El ingenio llevaba con él un pasajero muy particular, el Amerhis, un módulo de comunicaciones desarrollado por Alcatel Espacio, que gestionará el 10% de las comunicaciones del satélite y que permitirá llevar Internet de banda ancha a zonas hasta ahora desconectadas de la Internet rápida.

El resto de las capacidades del Amazonas está destinado a toda una gama de servicios que van desde las comunicaciones multimedia, conexión a Internet, telecomunicaciones convencionales, etcétera, para las regiones de América, Europa y norte de África.

Convertido en el mayor satélite con cobertura en América Latina con un coste de 325 millones de euros, el Amazonas es el quinto ingenio que Hispasat pone en órbita. Con él la compañía logra duplicar sus capacidades de comunicaciones.

Dos particularidades hacen que el módulo Amerhis sea diferente de otros satélites que ofrecen servicios de banda ancha a lo largo del globo. Financiado con 60 millones de euros, el objetivo de Amerhis es contribuir a reducir la brecha digital.

La segunda característica que hace especial al Amerhis, explica Luis García Echegoyen, director general de Alcatel Espacio, es el salto tecnológico logrado en su desarrollo.

Sin viajes de ida y vuelta

La mayor parte de los satélites de comunicaciones actúan como simples espejos. Las comunicaciones se envían desde la Tierra, rebotan en el satélite y se devuelven a la Tierra para ser tratadas, combinadas, multiplexadas, etcétera, y se reenvían otra vez al satélite que las encauza definitivamente al lugar de destino.

Un viaje de más de 100.000 kilómetros de idas y venidas que "provoca en las señales un retardo que resulta, por ejemplo, muy molesto en el caso de las videoconferencias", explica García Echegoyen.

Las señales que gestione el Amerhis, en cambio, serán procesadas en el mismo satélite y se ahorrarán un viaje de ida y otro vuelta a la Tierra; "con el Amerhis la inteligencia está arriba, la señal se procesa en el satélite. Es la primera vez que se va a tener un sistema de este tipo".

Destinado a reducir la brecha de los desconectados, el Amerhis usa estándares de comunicaciones abiertos, lo que se traduce en un abaratamiento del coste de los equipos de recepción, ya que permite usar el mismo descodificador que las compañías de cable por satélite.

Unos 15 meses ha costado desarrollar el sistema. El espacio exterior es un lugar extremo, tanto como el viaje para llegar a él, de manera que todos los componentes son sometidos a condiciones límite antes de salir del centro con destino a las estrellas. Aceleraciones de hasta 20 G (algo así como multiplicar por 20 el peso de una persona), condiciones de vacío casi completo con drásticos cambios de temperatura que simulan las condiciones de sol y de sombra en el espacio... en ocasiones, un fallo producido por una micro-burbuja de pegamento en un componente arruina el funcionamiento de todo un satélite y desencadena una investigación de meses, explica Luis Cervera, director de operaciones de Alcatel.

Los responsables del Amerhis confían en comenzar a dar conexiones de banda ancha a regiones de América y Europa en octubre, en una prueba piloto para Brasil, España y Francia.

La comercialización de los servicios no llegará hasta un año después. "En zonas mal conectadas creemos que el satélite es la única solución para llevar la banda ancha", opina García Echegoyen, que se lanza a imaginar sinergias que se pueden crear si a la banda ancha por satélite se suman las posibilidades de una red wi-fi en tierra que redistribuya el ancho de banda.

ALCATEL: www.alcatel.es

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