Francia se ve huérfana

Primer partido oficial de Francia sin Zidane y primera decepción. El empate (0-0), en París, frente al modesto Israel ha sido acogido con resignación por la prensa francesa. Según L'Equipe, "todo está por hacer" y se considera "inquietante la pérdida de dos puntos". Nadie ha olvidado que en 1993, también en la capital, Francia perdió (2-3) ante el propio Israel y con esa derrota vio evaporarse su clasificación para la Copa del Mundo de Estados Unidos 94. El nuevo seleccionador, Raymond Doménech, reclama "indulgencia" para un equipo "en reconstrucción". Y, en efecto, Le Journal du Dimanche constata que "tiene mucho trabajo por delante" y ya cuestiona sus métodos, pues ha prohibido los teléfonos móviles durante las concentraciones, ha optado por cambiar los hoteles de cinco estrellas por otros que sólo exhiben tres y ha obligado a los jugadores, una vez acabado el partido, a estudiarlo por televisión y autocriticarse.

El más duro de entre los periódicos dominicales es el popular Le Parisien, que, tras titular "¡Pobre Francia!", habla de una selección "mal organizada, confusa y sólo capaz de un juego menos que mediocre". Eso sí, admite la "buena voluntad" de los futbolistas. Éstos se manifiestan "satisfechos de sí mismos", comenta el diario con estupor.

En efecto, Makelele dice haber visto "cosas muy buenas en un grupo muy joven" y Evra recalca: "No hemos recibido ningún gol a pesar de haber jugado con dos sistemas distintos". Para los campeones mundiales de 1998 y europeos de 2000 el paisaje es distinto y el portero Coupet se atreve incluso a advertir: "El partido del miércoles contra las Islas Féroé está lejos de poder darse por ganado". Casi, casi, como si visitar a un equipo al que Suiza acaba de endosar media docena de goles fuese tan arriesgado como ir a Maracaná.

Si el resultado ante Israel fue malo, lo peor fue que en el Stade de France sólo se reunieron 43.000 espectadores para ver la presentación en sociedad de la Francia post-Zidane, Thuram, Desailly, Lizarazu y Wiltord. La estrecha unión que unía la selección con su público se ha roto y para restaurarla hacen falta juego y buenos marcadores. Sólo cuatro de los titulares del conjunto que decepcionó en la Eurocopa figuraban en la alineación de Doménech: Gallas, Vieira, Makelele y Henry. En las gradas semidesiertas apareció una pancarta proclamando: "Zizou, te echamos en falta". Y el partido se acabó entre silbidos a los franceses y aplausos a los israelíes. Eso sí, por primera vez en mucho tiempo, la mayoría de los jugadores que saltaron al campo, seis, juegan en la Liga nacional. L'Equipe, sin señalar a nadie, sugiere: "La realidad del equipo de Francia es que algunos de sus jugadores aún no tienen nivel internacional". En cualquier caso, queda la esperanza de que puedan adquirirlo, pues sólo Coupet y Makelele han cumplido los 30 años mientras que los jubilados por Doménech o por propia voluntad, como Zidane, los han superado hace ya bastante.