El voto en toda España para marzo, "imposible"

Los expertos en votación electrónica discrepan sobre casi todo. Cada uno de ellos tiene una opinión acerca de cuál es el mejor sistema para votar, el más barato o el que garantiza mejor la seguridad. Pero hay una cosa en la que la docena de expertos consultados -técnicos, comerciales y legales- para este reportaje están de acuerdo: realizar una consulta electrónica, en toda España, para marzo de 2005, sería como mínimo una temeridad.

"Es algo tan delicado...", reflexiona Riera, de Scytl. "Las prisas no son buenas consejeras. Es necesario hacerlo gradualmente, con planificación y una estrategia coherente". "Los experimentos hay que hacerlos con gaseosa. Si la primera votación funciona mal puede poner en peligro a todo el sistema", dice Jesús Rojas, de Accenture.

Para averiguar si es posible realizar a tiempo esta votación hay que revisar este asunto desde sus perspectivas técnica, legal y sociocultural. Técnicamente, todos creen que puede hacerse. El hecho de que esta votación sea un referéndum con una única pregunta facilita el desarrollo del sistema.

En el resto de los aspectos a considerar, ya no hay acuerdo. Alejandro Cuesta, de Ibermática, participó en el cambio de la legislación vasca para adaptarla al voto electrónico, y cree que es "complicado" cambiar la ley electoral española en un periodo tan corto de tiempo. Además, explica, también hay que modificar la mentalidad de los partidos: por ejemplo, si se eliminan las papeletas, debe suprimirse también su buzoneo.

El cambio que más preocupa, quizá, a los expertos, es el sociocultural. "No podemos implantar de golpe un sistema que haga distinciones entre quienes saben manejarlo y quienes no, y en algo que afecta a la esencia de la democracia", dice Jordi Barrat, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de León, y uno de los mayores expertos de España en voto electrónico. José Antonio Rodríguez, primer teniente de alcalde de Jun, explica, sin embargo, que en su localidad no hubo "ningún problema" con el voto a distancia experimentado el 14-M.

Barrat resume los problemas: "Se puede hacer de forma reducida y, eso sí, vinculante. Pero reformar la ley, preparar todos los colegios electorales y formar a los electores antes de marzo es imposible".