"Se quejan porque no esperaban que ganara"

Circuito de Estoril, tarde del sábado. Dani Pedrosa, (Castellar del Vallés, Barcelona, 1985) el líder del Mundial en los 250cc, acaba de conseguir la pole position, otra que añadir a un palmarés que crece a velocidad de vértigo. Tras dar la correspondiente conferencia de prensa, durante la que no para de gastar bromas con Valentino Rossi, se ha ido al camión del equipo, ubicado a la entrada del box. Allí repasa junto a su representante, asistente, amigo y director, Alberto Puig, cada detalle de la prueba de calificación. Intenta conceder la entrevista en el único despacho que hay allí, pero es imposible. El mono de faena, estirado, con el número 26, el suyo, reposa en la mesa. Papeles y más papeles cubren las butacas. Así que se sienta en un mostrador, cruza las piernas y escruta al entrevistador, desde sus 18 años, con los ojos afilados. Unos incipientes y anárquicos pelos en la barba demuestran que el niño más admirado del pelotón mundial ha crecido, aunque sin exagerar.

El piloto barcelonés, que aventaja en 30 puntos a su inmediato perseguidor en la clasificación, asegura que no se ve favorito para el Mundial

"No pienso en el título. Voy carrera a carrera y no me va mal. Los que polemizan con mi peso lo único que hacen es defenderse ante los malos resultados"

"No me veo en una revista del corazón. No soy tan carismático como otros. Yo no monto 'shows'. Prefiero que me reconozcan por lo que hago en la pista"

Pregunta. Así que no le gustan los percebes, ¿eh?

Respuesta. ¿Percebes? ¿Qué percebes?

P. Los que le dieron ayer para cenar y ni siquiera se dignó probar.

R. ¡Ah!, sí. No suelo tomar marisco. Sólo de forma puntual. Soy muy selectivo con ese tipo de comidas.

P. ¿Ha tenido que renunciar a muchos placeres para estar donde está?

R. ¿Se refiere a la comida?

P. A todo en general.

R. A algunas sí. Hay cosas que te gustaría hacer y no haces. Pero en general estoy muy feliz con la vida que llevo.

P. Cuando declara con reiteración que no se ve campeón del mundo, pese a ser el líder destacado de la clasificación, ¿piensa usted que alguien le cree?

R. No lo sé. Yo lo digo porque lo creo así. Y lo más importante es lo que yo piense.

P. Pero le saca 30 puntos al segundo, el francés Randy de Puniet. Muy mal se tendrían que poner las cosas para que perdiera el título en las seis carreras que quedan.

R. Durante toda la temporada hemos tenido ese planteamiento, el de ir carrera a carrera. Es el sistema que he tenido desde que empecé y es el que me gusta.

P. Desde luego, mal no le va.

R. Pues parece que no.

P. De todos modos, todavía hay momentos en los que lo pasa mal. Con la lluvia, por ejemplo. ¿Es miedo?

R. Al principio lo pasaba fatal. Cuando llovía perdía el feeling que tengo con la moto. Sólo pensaba en no caerme. Pero poco a poco he ido mejorando.

P. Hace poco declaraba Rossi que el piloto importa más que la moto. Y él parece demostrarlo, al cambiarse de equipo y seguir ganando. ¿Piensa como él?

R. Creo que tiene toda la razón. De momento está por encima el piloto. La moto tiene una gran importancia en categorías grandes, un poco como en la fórmula 1. Pero no es comparable con el piloto.

P. Por cierto, ¿qué le ha dado a Valentino Rossi? El italiano sigue hablando maravillas de usted.

R. Darle no le he dado nada. No sé... No se me ocurre nada que decir.

P. Es curioso que siendo usted un chico tranquilo, que parece huir de los problemas, haya tenido más de una polémica esta temporada. La del peso, por ejemplo. Hay directores y corredores que dicen que tiene ventaja [pesa 54 kilos con el casco y el mono].

R. Creo que es una manera de defenderse ante los resultados que están teniendo. A principios de temporada prometieron cosas a sus patrocinadores que no están cumpliendo. Esto ha pasado siempre. Pasó con el malogrado Kato, con Harada, con Capirossi, pasó con Sito Pons. No se ha dicho nada hasta ahora, porque no se contaba con que ganáramos nosotros.

P. Incluso ha tenido algún enfrentamiento verbal con Fonsi Nieto.

R. Esto es muy sencillo: nadie esperaba que ganara yo. Cada uno tiene que defenderse como pueda, y busca una escapatoria para explicar lo que está ocurriendo.

P. ¿Cree usted que sigue siendo tímido en la pista?

R. Uno va cogiendo experiencia y aprende a aguantar cualquier situación.

P. Reconozca que en las carreras ocurren cosas que pasan desapercibidas y que no son precisamente muy deportivas. ¿Ha tocado usted el freno a la moto de alguien alguna vez?

R. No. Intento ganar por mi espíritu. Y me va bien.

P. ¿Y a usted? ¿Qué es lo peor que le han hecho?

R. He visto muchas cosas de ese tipo, pero más en el motocross.

P. ¿Le ha quedado alguna secuela del terrible accidente que sufrió el pasado año en Australia, cuando se rompió los dos tobillos?

R. Teniendo en cuenta cómo podía quedarme, estoy perfecto. Pero en el tobillo izquierdo no tengo movilidad al cien por cien.

P. Fue ganar usted el título en 125cc, y caerse en la siguiente carrera. ¿Le dio tiempo a celebrar algo?

R. Dos días. Hasta que empecé a entrenarme para la siguiente carrera. Fue muy duro. Estuve mucho tiempo con el tobillo enyesado. Y cuando te quitan la escayola, y parece que vas a ser feliz, te das cuenta de que no puedes hacer nada con ese pie.

P. Dice su padre que es usted "un chico normal". ¿Cómo se mueve un chico normal en este mundo del éxito, de la fama, donde chocan tantos egos?

R. Aquí hay gente muy extraño, que les miras y piensas, 'pero éste de qué va'. Pero bueno, cada uno tiene sus rarezas y sus puntos. Yo, desde fuera, me veo normal, sencillo. Tendré mis cosas, como todos, pero me veo bien.

P. ¿No cree que le perjudica la imagen de tranquilo que da, de chico que nunca ha roto un plato, que no se sabe vender?

R. Seguro que no soy tan carismático como otros, tan popular en el sentido de hacer shows o montar escándalos. Prefiero ser reconocido por lo que hago en un circuito. Nada más.

P. Pues están muy de moda los pilotos en la prensa del corazón.

R. No seré yo. De verdad que no me veo. No me gustaría.

P. ¿Qué le resulta más fácil: recordar una curva de este circuito de Estoril o el título del último libro que ha leído?

R. Hombre, el libro lo tengo en mente, pero es verdad que recuerdo muy bien los circuitos.

P. No me ha dicho el título del libro.

R. El de Lance Armstrong: Mi vuelta a la vida.

P. ¿Le molesta que le sigan llamando el niño?

R. Me molestaba más cuando tenía 14 años. Pensaba: 'qué dice éste de niño. Si soy un hombre'. Ahora, con 18, me voy haciendo mayor...

P. Sigue llevando en el casco la imagen de un bebé bañándose en una copa.

R. Cada uno tiene su mascota. No tiene mayor trascendencia.

P. ¿Sabe si le han pedido autógrafos a su madre?

R. ¿Por el anuncio del Cola Cao?

P. Sí.

R. Pues creo que alguno ha firmado la mujer.

P. ¿Más que usted?

R. No creo, pero ¿quién sabe?