_
_
_
_
Reportaje:MOTOCICLISMO | Gran Premio de Portugal

Diecisiete puntos de nada

Nunca en los cuatro años de reinado de Rossi la diferencia con su principal rival a estas alturas había sido tan pequeña como ahora con Sete

El calendario presenta seis grandes premios por disputarse y la situación en la máxima categoría del motociclismo mundial es prácticamente inédita. Nunca a estas alturas Valentino Rossi tuvo a un rival tan cerca en la clasificación general como tiene ahora a Sete Gibernau. Diecisiete puntos separan al italiano del español, una diferencia menor. En 2001, la distancia entre los dos primeros, Rossi y su compatriota Max Biaggi, era de 29 puntos. Un año después, con los mismos protagonistas, las circunstancias eran aún más favorables para el campeón: 91 puntos separaban a uno y otro. La pasada temporada, ya con Sete ocupando un hueco entre los mejores, Rossi gobernaba con 34 puntos de ventaja sobre el español, el doble que en la actual.

Más información
Barberá gana en 125cc y Elías en 250cc en el GP de Portugal

"Mi planteamiento es muy claro: centrarme en mí y olvidarme de lo que haga Vale", sentenciaba ayer Gibernau cuando era interrogado sobre cómo se desarrollará la carrera de hoy. "Si yo lo hago perfecto, ¿qué más da lo que hagan los demás". Lo cierto es que no es el de Portugal el circuito favorito del piloto español. Hace dos años se fue al suelo cuando viajaba primero por culpa del temporal que cayó sobre Estoril. Y el pasado año finalizó cuarto y la victoria fue para Rossi, que definitivamente se escapó en la general.

Con Sete tercero en la parrilla de salida, superado por Rossi, segundo, y un sorprendente japonés Makoto Tamada, la lluvia podría dictar hoy sentencia. El piloto español ha conseguido algunos de sus mejores triunfos con el asfalto empapado. Las cuentas de Sete pasan por quedar hoy delante de su gran rival. Echando la vista al futuro, el español considera que de los cinco grandes premios que quedarían uno le favorecería a él, el de Japón, otro a Rossi, Australia, mientras los de Qatar y Malaisia son una incógnita. Y, como traca final, Valencia, donde Sete espera llegar con las posibilidades intactas, "y esa carrera será una lotería", sentencia.

Sete Gibernau celebra su final de los entrenamientos de ayer.
Sete Gibernau celebra su final de los entrenamientos de ayer.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_