"Me he dado cuenta de que el privilegio es ser futbolista"
Ariza Makukula (Kinshasa, 1981) parece una montaña cuando se deja al ojo la jerarquía de juzgar. Pero ése mismo ojo no puede evitar percibir que el congoleño posee el gesto que hace que la enormidad se vea majestuosa. Pausado y amable, el ariete con doble nacionalidad, de la República Democrática del Congo y portuguesa, reflexiona sobre cómo ve se desde la condición de profesional el fútbol cuando de repente te lo quitan. Aunque sólo sea por un tiempo.
Makukula sufrió la rotura de un ligamento de la rodilla derecha en el partido de Liga en La Rosaleda, en enero pasado, y desde entonces no ha jugado ningún partido oficial. Ayer, en un amistoso contra el Bolton en el Sánchez Pizjuán, pidió el cambio antes de la media hora con dolores en la articulación dañada. El diagnóstico oficial del club aseguró a los pocos minutos que el delantero "había sido retirado por precaución" y que se había dañado el menisco interno pero, siempre según el club, no de manera grave.
"Haces lo que te gusta, y cuando no puedes, hay algo que te falla y te sientes mal"
"Tengo que ir poco a poco y ganando minutos. No puedo pensar en ser titular"
"A lo largo de estos últimos siete meses", había dicho el delantero hace unos días; "me he dado cuenta del verdadero privilegio que es ser futbolista. Haces lo que te gusta y, cuando no puedes, hay algo que te falla y te sientes mal".
La llamada del Sevilla tuvo lugar en esos momentos tan duros, tan vacíos en la vida de un deportista de élite joven, y dobló así su importancia. El ariete congoleño no se cansa de agradecer el interés del equipo de Nervión. "No he venido al Sevilla sólo por el equipo o las perspectivas de futuro. Yo quería quedarme en Primera en España, pues tengo familia en Madrid y en Portugal, pero elegí el Sevilla porque ellos pusieron el esfuerzo, apostaron por mí".
El pase de Samuel Eto'o al Barcelona y el de Makukula al Sevilla han sido de los más conflictivos y, por lo tanto, notorios de la pretemporada. Estos dos casos certifican además el perfil cada mayor de los jugadores africanos en la Liga. Pero no son casos iguales. Más bien se complementan a la hora de definir la realidad laboral de este colectivo extranjero en la España actual. Y no exclusivamente en el plano deportivo.
Eto'o llegó a Madrid desde Camerún de la mano de un cazatalentos, aún adolescente. Durante cerca de siete años ha tenido que demostrar su valía a cada carrera, a cada regate. O, al menos, así lo ha sentido y aún siente. Esta pelea perpetua le ha dado a su carácter y a su manera de vivir la profesión un afán de reivindicación casi vital.
Makukula aterrizó en Portugal con tan sólo cinco años, de la mano de su padre que había fichado por el Vitoria de Setúbal. Podría hablarse por lo tanto de una segunda generación: genes africanos, traducidos en Europa "Yo la verdad es que no quiero dar una opinión ni un juicio sobre esos equipos o entrenadores que traen a niños prometedores desde África. Me imagino que habrá de todo. Mi caso es completamente distinto".
El delantero congoleño-portugués comenzó a jugar en Setúbal, pero enseguida despuntó su físico avasallador y, aun sin la mayoría de edad, le tentó el Vitoria de Guimaraes, por el que fichó. Después, le contrató el Salamanca que se vio obligado a cederlo al Leganés al no tener Makukula aún la nacionalidad portuguesa. Con el pasaporte en la mano, regresó al Salamanca y jugó en las selecciones portuguesas sub-20 y sub-21, y llegó a participar en la Eurocopa de Suiza. Del equipo castellano se fue al Nantes, que lo cedió a su vez al Valladolid y este pasado verano lo vendió al Sevilla.
No obstante, al igual que Eto'o se vio envuelto en un follón de contratos cruzados. El Salamanca amenazó con hacer efectivo un supuesto derecho de tanteo sobre la oferta sevillista y venderlo al mejor postor, entre los que -para añadir pimienta al culebrón- figuraba el Betis. "Yo sólo sé que el Salamanca me vendió al Nantes y estos al Sevilla. No había cláusulas raras, ni nada de eso en mi contrato. Además, yo sólo quería venir al Sevilla".
Pero lo más importante para él es que cada vez está más cerca de regresar a la competición. Antes de la dolencia sufrida ayer, Makukula aseguraba: "Me pone contento hasta participar en las pachangas". "Yo ahora tengo que ir poco a poco y ganándome minutos de juego en el equipo. Por el momento, no puedo pensar en ser titular".
La sensatez de Makukula no sólo se agradece, sino que tiene su origen en la lógica más ortodoxa, si se añade a la deducción de la situación propia el hecho de que el Sevilla tiene cuatro jugadores más que pueden actuar en la punta."Mis condiciones físicas no significan necesariamente que tarde más en llegar al estado de forma ideal. Todo eso depende del trabajo que haga cada uno y yo estoy dispuesto a sacrificarme lo que haga falta". La Liga y el Sevilla esperan el regreso al juego de este gigante elegante.
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