Una vida alternativa
Más de 300 personas se reúnen en la Sierra de Segura (Jaén) para crear nuevas 'ecoaldeas'
¿Quién no ha pensado en más de una ocasión irse a vivir al campo? Esta misma pregunta se la hicieron un día las cerca de 300 personas que, desde el viernes y hasta hoy, participan en el séptimo encuentro de la Red Ibérica de Ecoaldeas (RIE) en Santiago Pontones, un municipio enclavado en el corazón de la Sierra de Segura (Jaén).
"El objetivo que perseguimos es recuperar valores tradicionales que nuestra sociedad ha ido desechando. Apostamos por una vuelta a la naturaleza", explica José Laso, uno de los organizadores. De esta forma, los asistentes, procedentes de España y Portugal, han participado durante estos días en talleres sobre agricultura biodinámica y ecológica, la educación alternativa y la depuración de aguas. "No se trata de volver a las cavernas", aclara Laso, "sino de utilizar las nuevas técnicas y los conocimientos que la sociedad ha ido adquiriendo para poder afrontar un futuro mejor".
"Queremos una vuelta a la naturaleza", dice uno de los organizadores del encuentro
Alberto Herrero, burgalés de nacimiento, decidió hace 15 años dejar la ciudad e instalarse en la Sierra de Segura junto a su compañera. "Mi madre decía que el futuro estaba en la ciudad, y yo le contestaba que quien nos da de comer es la tierra", afirma Alberto, quien reconoce que se trata "de una experiencia dura, aunque no por ello deja de ser satisfactoria".
Otras de las actividades que se han desarrollado van dirigidas al conocimiento personal y la relación con el "otro". "Existe una gran carencia de comunicación, ni siquiera nos conocemos a nosotros mismos y los que nos rodean se han convertido en nuestros competidores", subraya Herrero, responsable además del taller de reflexoterapia, que se imparte junto a otros de yoga, chi-kun y de terapia psicocorporal.
Los encuentros empezaron a realizarse hace siete años en el norte de España, donde este tipo de movimiento está más implantado. Madel es una de las participantes y lleva viviendo en una ecoaldea en Lakabe (Navarra) más de 25 años. "No sé si la filosofía de vida que proponemos será la única solución, pero sí es cierto que da muy buenos resultados", afirma. Algunos núcleos rurales de Andalucía también empiezan a tomar interés por la creación de ecoaldeas, como lo demuestra que Bolonia (Cádiz) también acogiera los encuentros hace dos años y, en esta edición, las aldeas de La Ballestera, Montalvo y La Parilla, de Santiago Pontones. Alberto Herrero subraya que están luchando para que el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas se convierta en "un parque natural rural".
José Laso destaca como ejemplo a países nórdicos europeos y otros como Canadá que llevan más de 50 años trabajando en esta dirección. "Mientras nosotros hablamos de ecoaldeas, ellos están proyectando ecociudades y ya las han puesto en marcha", resalta Laso, al tiempo que destaca que la realidad está muy alejada de la imagen de hippies viviendo en comunas: "Muchos de los que apuestan por esta filosofía de vida son profesionales, con estudios universitarios e incluso investigadores".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.