_
_
_
_

Bruselas avala la propuesta de Almunia de flexibilizar el Pacto de Estabilidad

La modificación plantea tener en cuenta los ciclos económicos y la evolución de cada país

Gabriela Cañas

La Comisión Europea respaldó ayer las propuestas presentadas por el responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, para reformar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El presidente del Ejecutivo, Romano Prodi, escenificó este aval presentando públicamente los cambios como la forma de convertir el pacto en un "compromiso creíble" adaptado a un mundo complejo. Las modificaciones, que prevén tener en cuenta los ciclos económicos y la evolución de cada país, fueron aplaudidas ayer por el Gobierno de Berlín, así como por los socialistas y los verdes.

Más información
El Ecofin da prioridad a la aprobación de los cambios que se debatirán en el próximo consejo
El BCE eleva una décima su previsión de crecimiento para este año
La patronal europea, en contra de reformar el Pacto de Estabilidad

"Europa necesita crecimiento y más puestos de trabajo", dijo ayer Joaquín Almunia en la presentación de las propuestas aprobadas minutos antes por el colegio de comisarios en su primera reunión posvacacional. Para Prodi, dichas propuestas convierten el Pacto de Estabilidad, "un instrumento que sigue siendo indispensable", en un "compromiso creíble", capaz de adaptarse a un mundo complejo y de hacer avanzar al mismo tiempo el equilibrio de las finanzas públicas junto con los objetivos del pleno empleo y una mejora de la competitividad.

En este momento, 12 países incumplen el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que impone topes del 3% y del 60% del PIB para el déficit y la deuda pública, respectivamente. Entre los incumplidores están Francia y Alemania, que, sin embargo, lograron el respaldo de una mayoría de gobiernos europeos en noviembre del año pasado para dejar en suspenso las sanciones de Bruselas por registrar déficit excesivos.

Las nuevas propuestas de Bruselas, en línea con lo que pedían París y Berlín, mantienen esos topes, pero tienden a allanar el camino a aquellos países que, como Francia y Alemania, sufren periodos prolongados de débil crecimiento redefiniendo, por ejemplo, la cláusula relativa a las "circunstancias excepcionales". "No se trata de hacer un pacto a la carta", dijo Almunia, "sino de que sirva para todos, pero que al mismo tiempo tenga en cuenta la situación económica de cada país". Permitir desviaciones presupuestarias a países con baja deuda pública y reformas estructurales en marcha, lanzar desde Bruselas las alertas tempranas incluso en periodos de bonanza y mejorar la coordinación económica son puntos que figuran en las propuestas de la Comisión.

Según Almunia, los cambios que ahora hay que concretar deberán poner más atención a la dinámica de deuda pública, "distinguir los esfuerzos y los resultados", tener en cuenta los choques económicos externos, como un alza del precio del petróleo y, en general, analizar las políticas económicas a más largo plazo. Pero advirtió: "Esta evolución del pacto no significa que las normas se puedan romper alegremente año tras año".

El Tribunal de Justicia europeo respaldó en julio pasado la propuesta de Bruselas de sancionar a París y Berlín por sus elevados déficit, pero las nuevas directrices, que darán lugar a una interpretación más flexible del Pacto de Estabilidad, parecen alejar la amenaza de seguir adelante. "En todo aquello que no suponga ir contra las reglas vigentes", dijo ayer Almunia, "parece lógico tomar en consideración el espíritu de estas propuestas durante este periodo de transición desde hoy hasta que se aprueben definitivamente nuestras propuestas".

No extraña, por tanto, que el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, declarara ayer que las propuestas de Bruselas deberían asegurar el crecimiento de la eurozona, que van a dotar de mayor lógica a la gestión económica europea y que son las que su Gobierno venía reclamando.

El grupo mayoritario del Parlamento Europeo, el Partido Popular comunitario, reaccionó a las reformas recordando que éstas no son un cheque en blanco para los países con déficit excesivos. Los socialistas, sin embargo, las recibieron como una buena noticia para la creación de empleo frente a un pacto que, claman, se había convertido en un "corsé que frena el crecimiento". Los verdes las calificaron de "inteligentes" porque el pacto, tras cinco años de aplicación, "no ha promovido ni la estabilidad ni el crecimiento en la Unión". "Un techo del 3% para todos bajo cualquier situación económica", dijo el verde Daniel Cohn Bendit, "no es la mejor gestión económica".

Joaquín Almunia, durante la conferencia de prensa celebrada ayer en Bruselas.
Joaquín Almunia, durante la conferencia de prensa celebrada ayer en Bruselas.ASSOCIATED PRESS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_