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Entrevista:Dawn Ades

"En España cuesta evaluar a Dalí, por su asociación con Franco"

Dawn Ades quiere abrir nuevos frentes de debate con Dalí, la exposición que ha comisariado en el Palazzo Grassi de Venecia y que marca el culmen en las celebraciones del centenario del nacimiento del creador catalán. Catedrática británica en historia y teoría del arte, experta en surrealismo, dadá y arte precolombino, Ades ha seleccionado unas doscientas pinturas, dibujos, películas, escritos, inventos y otros objetos en aval de la "extraordinaria diversidad y riqueza" de Salvador Dalí como "artista y hombre de ideas".

Abarca en la muestra la totalidad de su carrera y, en contra de la opinión establecida, reivindica la importancia del último periodo, a partir de los años cuarenta, cuando Dalí dejó el psicoanálisis para interesarse por la ciencia y la física. "Va a ser una revelación para muchos", aventura en su residencia londinense la víspera de viajar a Venecia. La antológica está abierta al público desde el 12 septiembre hasta el 9 de enero de 2005.

"Construcción blanda con judías hervidas es una pintura en protesta contra la guerra de mayor fuerza que el Guernica"
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PREGUNTA. ¿Es hora de reevaluar la obra y vida de Dalí?

RESPUESTA. Sí, aunque, en cierta forma, Dalí siempre ha sido reevaluado. Ahora, 15 años después de su muerte, interesa cuestionar su reputación de showman, su imagen pública de personaje excéntrico. Esta memoria puede estar perdiéndose y, en mi opinión, no es la razón por la que deberíamos conocerle. Lo importante es su obra y espero que la exposición reconduzca la atención hacia su pintura. Particularmente su último periodo, menos conocido que la etapa surrealista, y de un interés extraordinario. Va a ser una revelación para mucha gente.

P. ¿No cree que su arte se debilitó a partir de los años cuarenta?

R. Ésa es sin duda la opinión de muchos críticos e historiadores. Es increíble el grado de desdén crítico con que algunos sectores tratan a Dalí y, particularmente, al Dalí del último periodo. Esta misma gente acepta, por supuesto, la grandeza de sus pinturas surrealistas. Yo misma lo he reconocido y 1929 es mi año preferido. Pero mis ideas han cambiado. Creo que hay mucho valor creativo entre las obras de su último periodo.

P. ¿Qué motivó su cambio de opinión?

R. Varios factores. Por una parte, mi interés en el personaje y fascinación por toda su carrera. Pero, fundamentalmente, fue a raíz de una exposición que hice sobre ilusiones ópticas, en 2000, en la que reunimos bastantes obras tardías de Dalí. Resultaron ser mucho más poderosas e interesantes de lo que esperaba. Por otra parte, Elliott King, un estudiante al que dirijo el doctorado, ha descubierto material, interpretaciones y fuentes muy interesantes sobre el último periodo de Dalí. Es una etapa muy variada, rica y abierta a la investigación. Es la fase, a partir de la II Guerra Mundial, en la que, según él mismo contaba, dejó de visualizar el mundo de Freud y del psicoanálisis y se interesó en la ciencia y la física atómica. La profundidad de su conocimiento sobre los avances científicos es una de las cuestiones que se plantean en la exposición. Utilizaba ideas científicas para sus propios fines y se creyó capaz de unir la religión y la ciencia.

P. ¿Se siente aislada en su reivindicación del

Dalí possurrealista?

R. Sí, pero no tan aislada como hace diez años. Hay ahora un renovado y serio interés en Dalí. No era mi intención especializarme en Dalí, sucedió fuera de mi control. Mi interés se asienta en el surrealismo, en la relación entre poesía y pintura. Pero es importante cuestionar estereotipos y cuestionar la forma en que la gente estereotipa a Dalí como excéntrico superficial. Por eso siento ganas de defenderle.

P. ¿Dónde descubre el renovado interés "serio" en Dalí?

R. Robert Hughes, un excelente crítico de arte, con una larga relación de amor y odio con Dalí, escribió este año que ha llegado a la conclusión de que Construcción blanda con judías hervidas. Premonición de la Guerra Civil, de 1936, es una pintura en protesta contra la guerra de mayor fuerza que el Guernica de Picasso. Es un comentario asombroso que, por supuesto, yo comparto.

P. Choca con la idea de Dalí como simpatizante de Franco.

R. Lo sé, pero el jurado está aún por pronunciarse en este terreno. Se ha especulado mucho sobre el tema y sigue siendo un área muy controvertida y turbulenta. Nadie puede negar que Franco le recibió y que Dalí visitó al Papa. Se asoció con un mundo bastante reaccionario en la Europa de posguerra. Pero pienso que Dalí era apolítico. Obraba por otras razones. Quería, probablemente por encima de cualquier otra cosa, retornar a Port Lligat. Y no podía regresar a España de seguir en el movimiento surrealista, asociado a la izquierda y crítico de Franco. Pero, particularmente en España, cuesta mucho reevaluar su postura porque se le ve como alguien posicionado en el campo equivocado. Últimamente se está adoptando una posición más objetiva.

P. ¿Pierde España permitiendo que Italia monte la gran retrospectiva del año Dalí?

R. Siempre hay ocasión para ver la obra de Dalí en Madrid y Cataluña. La fundación quería celebrar el año Dalí en todo el mundo y el Palazzo Grassi es un espacio fabuloso. Dalí estaría encantado de ver allí su obra. Refuerza la idea de artista internacional, de artista del mundo entero.

La historiadora del arte británica Dawn Ades.
La historiadora del arte británica Dawn Ades.JOAN GUERRERO

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