Mario Gas trae a Madrid su versión de 'La Orestíada'
La obra de Esquilo ha viajado por Mérida, Sagunto y Barcelona
"Los clásicos todavía tienen algo que decirnos", asegura Mario Gas. El actor y director catalán presenta ahora en la ciudad que le acoge como director del Teatro Español una obra que ha paseado con éxito por escenarios de Mérida, Sagunto y Barcelona. La Orestíada convierte a partir de hoy (hasta el domingo 5) el Centro Cultural de la Villa en una arena política donde resuenan con toda la fuerza y la actualidad los mensajes que Esquilo expuso en los anfiteatros griegos hace 2.500 años.
El montaje es una coproducción de los festivales Sagunt a Escena, Teatro Clásico de Mérida, Grec y Veranos de la Villa. En este último caso, el espacio que acoge la obra no es al aire libre, pero el espectáculo tiene una escenografía versátil. "Es simple, un círculo de arena rodeado por un burladero y con una gran puerta por donde salen los que ostentan y detentan el poder", explica Mario Gas. El director ha querido enfatizar el aspecto "ritual, cabalístico y de tauromaquia" del círculo donde se mueven los intérpretes.
Los oficiantes de la ceremonia teatral son "excelentes artistas" que ante la llamada de Mario Gas -como éste confiesa- dijeron sí aun sin saber qué papel iban a interpretar. Se trata de Constantino Romero, Vicky Peña, Gloria Muñoz, Emilio Gutiérrez Caba, Maruchi León, Damià Barbany, Jordi Boixaderas, Anabel Moreno, Ricardo Moya y Teresa Vallicrosa. Un elenco que comparte protagonismo y posición coral. Tan pronto asumen el primer plano como se integran en el colectivo. Y todos manifiestan entusiasmo con el texto que manejan.
"A poco que profundicemos en Esquilo encontramos referencias actuales. Lo que queremos es que la gente pase un buen rato de teatro y que cada uno reflexione. El teatro no ofrece soluciones, sólo la capacidad de pensar", opina Romero (el Agame-nón de esta Orestíada). Para Gloria Muñoz (que comparte con Vicky Peña el desdoblamiento de "un personaje omnívoro", Clitemnestra), "La Orestíada aborda temas que a todos nos suenan: las guerras injustas, la venganza, la responsabilidad, la democracia martirizada...", dice Muñoz.
A este reconocimiento de los temas esenciales planteados por Esquilo se debe -según la crítica que hasta ahora ha recibido el montaje en su periplo por los distintos festivales-, la buena mano del adaptador, Carlos Trías. En su origen, la trilogía que compone La Orestíada (Agamenón, Las Coéforas y Las Euménides) dura unas seis horas, que en esta adaptación se han reducido a casi dos. En este reto, Trías, ha buscado "limpiar lo coyuntural para que quede el músculo, la esencia del conflicto". Ha sido un difícil ejercicio de recortar un clásico sin traicionarlo. "La claridad y la fidelidad han sido los ejes de mi adaptación, en la que se mantiene lo esencial de la trama y de la doctrina religiosa y política. Lo que el espectador ve y oye es Esquilo", resalta Carlos Trías.
La Orestíada. Centro Cultural de la Villa (plaza de Colón, s/n). 2, 3 y 5 de septiembre, 20.30. 4 de septiembre, 18.30 y 22.30. 15 y 18 euros.
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